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Gestión de talento en la era digital, estrategia clave para impulsar el valor de una compañía

Por: Carlos Zegarra, socio líder de Management Consulting en PwC México

Contar con una fuerza laboral capacitada, hoy más que nunca, es de suma importancia para las organizaciones. El correcto entendimiento y desempeño de su rol, así como la capacidad de adaptarse a un cambiante entorno tecnológico -en el que se interactúa en tiempo real con tecnologías emergentes que conectan el mundo físico y digital-, será un factor determinante para establecer y concretar, los objetivos estratégicos de cualquier compañía. Y es que una fuerza laboral habilitada digitalmente fortalece el posicionamiento competitivo de una compañía, mediante el desarrollo de capacidades en el talento humano que permite la permanente reinvención-evolución de sus modelos de negocio.

Ante este panorama, los líderes del negocio juegan un papel fundamental, ya que a través de ellos se establecerán los programas de formación necesarios para que su personal desarrolle habilidades técnicas y digitales. De acuerdo con datos de la reciente edición de la Global CEO Survey, Edición México, elaborada por PwC, el 56% de los líderes mexicanos entrevistados reportó haber tenido un progreso significativo en este ámbito. Pero, en un mundo cambiante los desafíos no terminan. Y es que a pesar de que los líderes son cada vez más conscientes de la importancia de capacitar a su talento, hoy en día enfrentan una nueva situación: definir la forma en la que retendrán e incentivarán a su personal ya capacitado.

De acuerdo con datos de la misma encuesta, los tres mayores desafíos para mejorar las competencias del staff son: retener a los empleados que hayan mejorado sus capacidades (19%), motivar e incentivar a los empleados a poner en práctica lo aprendido (16%) y capacitarlos para aprender nuevas competencias (14%).

Asimismo, los líderes mexicanos que entrevistamos consideran que la acertada implementación de herramientas que permitan elevar la eficiencia operativa, traerá a las compañías resultados tales como una reducción cercana al 50% en la rotación del personal, ahorros potenciales de tiempo del 25%, ahorros de hasta el 15% en costos de tecnología y aumento en la producción en un 20%.

Así, el reto de las organizaciones estará en mejorar el rendimiento, tanto de la gestión del capital humano, como la eficiencia operativa; a través del liderazgo y el desarrollo de programas que impulsen las capacidades y habilidades de la fuerza laboral.

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