Gerónimo Espinosa es un niño de 8 años cuya meta en la vida ya es bastante precisa y no tiene el menor reparo en decirla: quiere ser el mejor golfista del mundo.
Hijo de Gabriel Espinosa, un apasionado del golf, Gerónimo ha crecido entre maderas y hierros, practicando este deporte desde que tenía 2 años de edad. Su interés por esta disciplina fue impulsado por la pasión que su propia familia le contagió.
Dedica 10 horas semanales a la práctica de este deporte, pero él no lo ve como algo pesado. Es lo que le encanta hacer y lo disfruta a su propia manera. “Lo que más me gusta del golf es el silencio. Así me puedo concentrar y hacerlo bien”, dice el aún tímido deportista.
En su palmarés, Gerónimo ya cuenta con triunfos nacionales que lo han colocado en la mira de varios conocedores del golf. El pequeño obtuvo el primer lugar en el Interzonas de la Ciudad de México; además, ha participado en torneos en León y Querétaro, con resultados que son sólo una muestra de su gran potencial.