Por: Brenda Howard, directora de Re/Max 100
En poco más de tres años al frente de la gran franquicia de Re/Max 100 en nuestro estado, nos hemos dado cuenta de un sinnúmero de movimientos que nunca imaginamos vivir en el sector inmobiliario.
Podemos comenzar señalando el incremento de precios en la tierra, el cual se ha duplicado –e incluso más-, propiciando el alza en el costo de todo tipo de inmuebles.
En años anteriores, Aguascalientes estaba catalogado como un estado con bajos costos en montos de rentas y valor de la tierra. Sin embargo, recientemente se ha posicionado en los primeros lugares de crecimiento del PIB, lo cual a su vez ha sido un factor detonante en la expansión de varios sectores, siendo el inmobiliario uno de los más beneficiados, particularmente en la capital.
Como consecuencia de lo anterior, se está registrando un incremento en los precios, llegando a equilibrarse con los que encontramos en el resto de la república, sobre todo en ciudades con un ritmo de crecimiento acelerado, como lo es la franja Bajío, ya que de cierta forma es necesario generar mayor igualdad en los costos de la tierra.
Mucho se ha comentado que entre los años 2015 y 2020 la plusvalía que hay en Aguascalientes sobrepasaría a la de la mayoría de los estados del resto de nuestro país, como consecuencia del factor antes mencionado, llegando a su punto de estabilidad probablemente a finales del 2020.
Este suceso ha sido favorecido con la llegada de nuevas empresas tanto automotrices, de software, energía, entre otras, así como la visión asertiva de inversionistas de la zona, el crecimiento organizado de la ciudad, y otros factores que se han visto a lo largo de estos años.
No obstante, dentro de la inercia de crecimiento que se venía dando en nuestro estado, la incertidumbre que se palpa y se vive en estos momentos resulta muy clara: México se enfrenta a dos cuestiones sumamente relevantes para su estabilidad política y económica.
Por un lado el cambio de régimen político, el cual viene acompañado de una nueva ideología en el mandato del Presidente en funciones; y por otro, en la constante falta de congruencia en las acciones del actual gobierno de nuestro vecino país del norte, Estados Unidos de América.
Estos factores están generando una incertidumbre en el ambiente, dado que –a ciencia cierta- nadie puede predecir lo que ocurrirá en el futuro inmediato, máxime si se toma en cuenta que durante la primera mitad de 2019 se han dejado de realizar inversiones importantes.
De hecho, lo que estamos previendo es que no se generen nuevas inversiones, sino más bien un reciclaje de capital, que permitirá a FIBRAS (Fideicomiso de Infraestructura y Bienes Raíces) y accionistas obtener liquidez para poder permanecer estables en el mercado.
Afortunadamente nos encontramos en la franja de mayor importancia para la cadena de suministro que es la zona del Bajío, sin dejar de lado a la zona metropolitana, lo que nos ayuda a seguir con inversiones a nivel de infraestructura e integración en la cadena de suministro. Esto nos da la seguridad que las inversiones seguirán consolidándose en nuestro estado, aunque quizá a menor nivel que como lo habíamos venido viendo, ya que –evidentemente- toda inversión llevará un proceso de análisis más minucioso, sin ser esto un factor para frenar la misma.
Ahora bien, como consecuencia de este fenómeno que estamos viviendo, el sector inmobiliario se verá favorecido, a diferencia de la mayoría de los sectores, debido a que el riesgo de tener nuestro capital invertido en bienes inmuebles es y seguirá siendo una de las maneras más seguras de preservarlo, incluso a sabiendas de que no existirá la misma plusvalía que en años pasados, pues a consecuencia de toda esta incertidumbre la oferta se ha incrementado y por ende los costos bajan, o al menos frenan la inercia de aumentos que venía arrastrándose de años pasados -como se mencionó anteriormente-, de modo que es ahí donde las inversiones pueden tomar un rumbo interesante.
Como conclusión debemos saber que todo cambio de poder implica una restructuración en todos los niveles. Es un proceso normal, más no un obstáculo para generar inversiones exitosas y que generen frutos.
Tengamos pues la certeza de que siempre habrá oportunidades, que siempre hay áreas de crecimiento y que estamos en una época de cambios, por lo que lejos de generar un pánico social, mejor debemos propiciar áreas de oportunidad para crecer. A final de cuentas “época de crisis siempre es una época de crecimiento y oportunidades”, y es ahí donde los grandes inversionistas, que son quienes hacen un análisis profundo del panorama que se avecina, logran ver ese “momentum” para efectuar inversiones inteligentes, que rindan frutos en un mediano y largo plazo.
Por lo anterior, sólo me queda reiterar mi compromiso como integrante de esta gran franquicia RE/MAX 100 y del Consejo Nacional de Brokers de la misma, así como profesional inmobiliaria, y más allá de todo esto como ciudadana de Aguascalientes, de contribuir con mi trabajo para tener un mejor estado, pues desempeñamos un papel muy importante a través del sector.
Mucho depende de nosotros saber estipular costos reales en el mercado, ubicar a nuestros clientes en una realidad donde no se generen falsas expectativas que lo único que lograrán es frenar el movimiento propio del sector. Vayamos juntos, y de igual forma generemos un ambiente de paz, dejando a un lado ese pánico social con el que nos estamos topando en nuestro día a día. ¡En nosotros está!