La planta armadora de General Motors (GM) en San Luis Potosí suspenderá parcialmente operaciones a partir del lunes 8 de febrero ante el desabasto mundial de semiconductores que padece la industria automotriz, informó la compañía norteamericana.
El cierre de la planta afectará la producción de vehículos como la camioneta SUV Chevrolet Equinox y el sedán compacto Onix, el octavo automóvil más vendido en México durante el 2020 de acuerdo a la consultora JD Power.
Las plantas Fairfax de Kansas City, en Estados Unidos y CAMI de Ontario, Canadá también detendrán su producción. Adicionalmente, la planta Bupyeong en Corea del Sur trabajará al 50% de su capacidad habitual.
Los semiconductores o chips abastecen a la industria automotriz para diferentes usos como reprogramar un motor, el funcionamiento de sensores de dirección asistida y frenos, sistemas de iluminación y cómputo, entre otras tareas.
Sin embargo, el confinamiento ocasionado por el COVID-19 incrementó su demanda para cumplir con los servicios de la industria tecnológica, lo que dejó sin abasto a empresas del sector automotriz como GM.
De acuerdo a la empresa, el suministro de semiconductores para el sector luce incierto, por lo que debido a esa inestabilidad revisarán su plan de producción semanalmente.
“A pesar de nuestros esfuerzos, la escasez de los semiconductores impactará nuestra producción en algunas plantas a nivel global. Actualmente se está evaluando la totalidad de la afectación, aunque nuestro enfoque está en continuar produciendo los vehículos con mayor demanda como las pickups y SUVs grandes, así como Corvette, en beneficio de nuestros clientes”, señaló el fabricante.
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