El Estudio de cohortes es un método de análisis y evaluación de los cambios comportamentales de un grupo de personas con características demográficas comunes durante un período de tiempo específico.
En la actualidad, los estudios de cohortes se utilizan en múltiples campos científicos (incluyendo la economía y la sociología). Dependiendo de la definición, el estudio de cohortes también puede denominarse “estudio longitudinal”.
Siguiendo los datos relativos a la generación nacida en Aguascalientes en el año 2000 —que entraron al sistema educativo entre el 2003 y el 2004—, tenemos que, al término de su instrucción básica ya habían obtenido primeros lugares en pruebas internacionales como PISA y se habían posicionado entre los mejores de México y entre los más competitivos en América Latina.
Aguascalientes cuenta con buenos resultados en matemáticas, así como con el mayor rango de alumnos con altos niveles 5 y 6 de competitividad internacional.
La prueba PISA 2012 midió la capacidad de los adolescentes para usar sus conocimientos y sus destrezas para afrontar los retos de la vida real, más que en determinar lo que se domina propio de un “currículo escolar”.
En ese sentido, el examen se interesó en los aprendizajes adquiridos por los estudiantes tanto en las escuelas como fuera de ellas. En las tres áreas, Aguascalientes no solamente superó el promedio nacional (situado en 413 puntos), sino que obtuvo uno de los puntajes promedio más alto de México (443).
Aguascalientes ante las pruebas ICRE y PLANEA
En el Índice de Cumplimiento de Responsabilidades Educativas (ICRE) del 2016, Aguascalientes también logró el primer lugar nacional. El ICRE fue aplicado a la generación 2000 al egresar de secundaria.
Las calificaciones del Índice de Cumplimiento de Responsabilidades Educativas hablan bien de estudiantes, padres de familia y maestros de educación básica. El ICRE es el resultado de la suma ponderada de los seis componentes: Aprendizaje, Permanencia, Personas, Relaciones y Procesos, Condiciones Materiales, y Red de Apoyo.
En 2017, se confirma el liderazgo de Aguascalientes en la prueba PLANEA para Educación Media Superior. Las entidades que tienen un puntaje promedio más alto y con una diferencia estadísticamente significativa con respecto a la media nacional son Aguascalientes, Jalisco, Querétaro, Nuevo León y Puebla. Nuestra entidad figura en el primer lugar con 1,058 puntos —primero en matemáticas, y segundo en lenguaje y comunicación—.
La educación superior para el ciclo escolar 2019-2020 destacó porque 42 de cada 100 que iniciaron sus estudios en el ciclo 2003-2004 terminaron como profesionistas. Con ello, lograron el mejor lugar de la nación después de la CDMX. Se observa una brecha de 30 puntos porcentuales entre Aguascalientes y Chiapas.
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La educación superior en 2020
Para 2020, la generación 2000 contaba con un mayor nivel de estudios que la del país y la región; particularmente, las mujeres también se abrieron más y mejores espacios laborales. En Aguascalientes, de un estimado del CONAPO hay 75.53 nacimientos por cada mil adolescentes de 15 a 19 años, para la entidad.
El SINAC 2019 reportó un total de 61.5 nacimientos por cada millar de adolescentes a diciembre del 2019 (prácticamente 20% menos de lo esperado), así como ocho nacimientos menos que los registrados en promedio en el país por cada mil adolescentes.
¿Y el ENCIG?
En los resultados de la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG) 2019, los servicios educativos de Aguascalientes incrementaron su calificación del 2017 al 2019 tanto en Educación Pública obligatoria como en Educación Pública Universitaria. Así lograron ser punteros también Yucatán y Nuevo León en la evaluación de INEGI dentro del país (únicos tres con más de 90 puntos).
Aguascalientes avanzó de 68 a 70.3 puntos en el Índice de Progreso Social (IPS) del 2015 al 2020, conforme a metodología de la Social Progress Imperative. El liderazgo nacional es de Nuevo León con 72.5 puntos.
Aguascalientes es la única entidad del país, fuera de los estados del norte, con menor porcentaje de pobreza conforme al CONEVAL 2020 (27.6%) EN 2012, el porcentaje era de 44.4%.
La generación en estudio de cohorte se encuentra con 20 años de edad y confirma la movilidad social acontecida en Aguascalientes en lo que va del milenio. Las siguientes generaciones no han conseguido tan buenas marcas, pero el hecho de contar con una generación testigo de tan buenas prácticas nos ofrece un modelo a seguir de forma personal, familiar e incluso institucional.
ADN con movilidad social
Sin duda, esta generación 2000 está presentando un ADN con movilidad social. Al dar a conocer la Agenda 2030 en las universidades del estado y particularmente en las ubicadas fuera de la capital, me encontré con auditorios donde el 80% de su población estudiantil levantaron la mano al preguntarles si eran los primeros integrantes de su familia que se encontraban estudiando educación superior.
La movilidad social permite transitar de una sociedad débil hacia una sociedad fuerte; de una providencialista a una participativa. Una sociedad participativa se une y aporta, aprende y emprende, supera obstáculos y llega a ser el orgullo de sus padres por superar las condiciones de su origen.
