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Ganadería de lidia: un amor consagrado al toro

ganaderías de Aguascalientes

Dentro de la rentable industria alrededor de la Fiesta Brava —que genera una derrama económica de más de seis mil 900 millones de pesos, según la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia—, la figura del ganadero se encuentra en una posición comprometida financieramente. 

No por nada el apoderado de Xajay llegó a decir que al ganadero se le debería de nombrar ‘“perdedero”, dados los sacrificios económicos que conlleva su actividad. No obstante, al hablar con ellos, uno se percata de que, más que un negocio, ven en su trabajo el amor y la consagración de una forma de vida.

La crianza del toro de lidia es una forma de vida. El problema de la gente que nos dedicamos a esto es que muy difícilmente podemos salir una vez que entramos, porque cada día le vas encontrando más hermosura. El toro es un animal sensacionalmente hermoso”, comparte don Fernando Topete, quien ha dedicado décadas de su biografía a la ganadería Rosas Viejas.

Una de las frases más sonadas en la tauromaquia refiere que “sin toro no hay fiesta”. A partir de su trabajo, los ganaderos asumen una enorme responsabilidad en la confección de tardes inolvidables y épicas, al preparar a un animal que es el epicentro del espectáculo.

Cuando te ves anunciado en los carteles, los nervios empiezan a tope: uno sabe que carga con la responsabilidad del éxito o fracaso de esa tarde”, menciona Claudio Huerta, cuya ganadería recibe el mismo nombre.

En el momento de la corrida uno no puede hacer más: han sido seis años de preparar a sus toros, de hacer los empadres, etcétera. El resultado está ahí. Luego hay muchas circunstancias alrededor de un festejo que definen su suerte, desde que se despitorre o quiebre un toro en el desembarque, pero se vive con gran responsabilidad”, agrega.  

Ganaderías de Aguascalientes, resistencia y también amor

Manuel Cortina Reynoso coincide con don Fernando: señala que luego de ingresar al mundo de la tauromaquia (y, particularmente, de la crianza del toro bravo), es complejo salirse. Su afinidad hacia la Fiesta Brava nació de niño, gracias a una pasión heredada por su familia. Tiene junto con su socio Emmanuel Carrillo, la ganadería Cortina Pizarro.

La corrida finalmente viene siendo el culmen, la cereza del pastel de toda la crianza del toro en donde puedes apreciar a un héroe épico enfrentándose a la muerte, y saliendo de la muerte. Hay veces en las que quien logra reponerse de la muerte es el propio toro cuando es muy bueno y es indultado. Todo esto acaba teniendo una dosis de sobre humanidad, de hiperrealidad impresionante”, agrega. 

Esta actividad es de resistencia, de aguante. Se necesita mucha pasión, amor y echarle muchas ganas”, señala María de Luz Delgado Luna, también de la ganadería Rosas Viejas. A su vez, resalta la satisfacción inmensa de su actividad al contemplar al toro bravo en el campo: “No tiene comparación su hermosura”. 

En el campo siempre estamos pendientes de las vacas, que si los empadres funcionaron, porque desgraciadamente no todos funcionan […] cuánto tiempo, cuántas generaciones pasan para presentar un toro en la plaza. Pero la satisfacción cuando un toro es indultado es mucho amor”, comparte. 

Un pensamiento generalizado por los antitaurinos que Emmanuel Carrillo considera importante refutar es aquel que indica que los aficionados a la tauromaquia gozan con el sufrimiento del animal. Al contrario, recalca, el toro es un animal sagrado.

A los que realmente nos apasiona la tauromaquia guardamos un respeto irrestricto al toro. Sin comparación alguna. El creer que la gente va a disfrutar cómo matas a un animal es lo absolutamente contrario a la Fiesta”, asevera.

También señala que esos argumentos suelen obviar y faltar el respeto al trabajo de caporales, veterinarios, del vendedor de la pastura, de los que proveen los alimentos, y para los mismos toreros que se juegan la vida en el ruedo.

Un legado por proteger

Claudio Huerta comparte que, según el último censo de la asociación ganadera realizado en 2018, México cuenta con 258 ganaderías de toros de lidia (que abarcan 170 mil hectáreas). 

Son hectáreas que se mantienen intactas, conservando la biodiversidad que existe, que de otra manera serían terrenos abiertos al cultivo. Es impresionante ver cómo en cada ganadería se ha mantenido la capa vegetal y la cantidad de fauna que tenemos alrededor. Estamos protegiendo 170 mil hectáreas de territorio nacional de la devastación”, pronuncia el ganadero.

María de Luz rescata que una de las grandes satisfacciones que le ha dejado la crianza del toro bravo es la unión de su núcleo familiar. “Es un trabajo en común de todos, de compartir experiencias buenas y malas, de decepciones. Trabajamos todos por el mismo fin”, externa.

Tanto don Fernando como Emmanuel coinciden en destacar la inagotable cantidad de conocimiento que brinda la crianza del toro bravo. “Es un mundo que ha evolucionado y seguirá evolucionando. Eso implica necesariamente la disposición de todos en cada uno de los días, en los que te va bien y en los que te va mal”, finalizan.

¿Sabías que hay 27 ganaderías de lidia en la región de Aguascalientes? Si bien algunas se encuentran en zonas limítrofes con Zacatecas y Jalisco, la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia reconoció a la entidad como zona de influencia, por lo que se determinó considerarlo como una representación regional.

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