Gracias a su experiencia en la elaboración de galletas, Juan Antonio Rivera Pedroza decidió fundar la Compañía Alimenticia Rivera Romo, S.A. de C.V., productora de Galletas Vanessa. Desde entonces, su principal objetivo ha sido atender programas de asistencia social y la demanda del mercado.
Actualmente, la empresa cuenta con una capacidad instalada para la producción diaria de 60,000 kilogramos de galletas y tiene presencia en doce estados de la república mexicana, a través del programa de desayunos escolares de las instituciones de educación básica. En la línea comercial, sus productos llegan a Aguascalientes, Jalisco, San Luis Potosí y Zacatecas.
Al ya poseer los permisos de la FDA (Food and Drug Administration), se encuentra en el proceso de exportación a Estados Unidos y, posteriormente, a Centroamérica.
Apuesta por lo local
Uno de los ideales de la Compañía Alimenticia Rivera Romo es fomentar el consumo de productos hechos en Aguascalientes para reactivar y favorecer la economía local, señala su director Rivera Pedroza. Por eso, desde enero de 2016, ingresó al programa Hidrocalidad, el cual les ha ayudado en la promoción y posicionamiento de sus galletas de distintas presentaciones.
Las Galletas Vanessa han tenido una gran aceptación en el mercado y se espera que con la inauguración de una nueva tienda de distribución, se atienda a un mayor porcentaje de la población del estado.
Uno de los ideales de la Compañía Alimenticia Rivera Romo es fomentar el consumo de productos hechos en Aguascalientes para reactivar y favorecer la economía local
“Estamos comprometidos con nuestros clientes. Les proporcionamos productos inocuos y de calidad, satisfaciendo sus necesidades con el propósito de hacer crecer nuestra participación en el mercado nacional e internacional de alimentos; desempeñamos la mejora continua en nuestros procesos, impulsando con esto una cultura en los principios de honestidad y desarrollo del recurso humano”.
Cabe mencionar que la empresa tiene la certificación ISO 9001-2008, Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) y es constantemente auditada por los sistemas DIF y la UNAM.