El experto en ventas y relaciones públicas, Gabriel “Oso” Espinosa, director de la oficina Aguascalientes en Intercam Banco, tiene una pasión que ha perdurado a lo largo de 33 años: el golf.
«Comencé como casi todos los niños, siguiendo a mi papá. Él jugaba golf, desde ahí empecé», relata Gabriel sobre sus experiencias desde los nueve años de edad.
Su entusiasmo y talento para el juego florecieron rápidamente, tanto que a los doce años ya había vencido a su propio padre. Fue entonces cuando el golf pasó de ser un simple pasatiempo a una disciplina que lo llevaría a competir en torneos infantiles y juveniles.
A través de este deporte, ha desarrollado valiosas cualidades que luego aplicaría en su vida empresarial. Una de las razones por las que le gusta jugar solo es porque le permite enfrentarse directamente al campo y poner a prueba su integridad.
«Si fallas, pones a prueba también tu integridad. ¿Qué tanto puedes soportar ser vencido y humillado por el campo? Esas son las cosas que me gustan del golf: me da muchas enseñanzas, jugando bien o jugando mal», explica.
El golf también le ha hecho ver la importancia de la paciencia, la constancia y la serenidad, valores cruciales en el mundo empresarial. Gabriel afirma que el golf lo ha ayudado a ser más paciente en los negocios, a mantener un ritmo constante en sus actividades y a equilibrar su tiempo de manera efectiva. También ha aprendido a resolver problemas y a no darse por vencido ante ningún obstáculo. El golf no admite culpables, y esto lo ha llevado a asumir la responsabilidad de sus acciones tanto en el juego como en la vida cotidiana.
El deporte ha sido más que una simple afición para Gabriel, también ha sido una herramienta para evaluar a las personas en su vida empresarial:
«El golf me ha enseñado que si una persona hace trampa en el golf, estoy seguro que lo va a hacer en la vida. Es ley. O sea, si alguien hace trampa en el golf, me va a hacer trampa en los negocios. Entonces, no voy a hacer negocios con esa persona».
Además de los valiosos aprendizajes y valores obtenidos, Gabriel también disfruta de la camaradería que este deporte brinda. Participar en torneos como el de «Las Calaveras» en Aguascalientes, no sólo le da la oportunidad de competir a un alto nivel, sino también de reunirse con amigos golfistas de toda la vida.
El golf no solo ha influido en la vida de Gabriel «Oso» Espinosa, sino también en la de su familia. Si bien Gabriel ha sido un padre que fomenta la libertad de elección de sus hijos y nunca los forzó a jugar este deporte, sus dos hijos han seguido sus pasos y son entusiastas practicantes. El resultado ha sido que han demostrado un talento natural para el juego y una genuina pasión. Este deporte ha sido una constante en la vida de Gabriel “Oso” Espinosa y ha dejado una profunda huella en su quehacer empresarial y personal. Ha sido no sólo un escape o un pasatiempo, sino una fuente inagotable de enseñanzas y experiencias que ha aplicado en todas las facetas de su vida.