Como medida de apoyo a las naciones más pobres del mundo, funcionarios del Grupo de los 20 (G20) acordaron suspender los pagos del servicio de la deuda en los países con más necesidades hasta el fin de este año, como parte de una estrategia para evitar una afectación económica mayor por la contingencia del COVID-19.
La decisión beneficiará a las naciones que forman parte de la Asociación Internacional de Fomento (AIF; IDA por sus siglas en inglés), órgano encargado de financiar a países en situaciones de pobreza. En esta se encuentran países de África, Asia del Este y del Sur, América Latina y El Caribe, entre otras regiones.
Además de esto, accederán todos los países menos desarrollados y que actualmente tienen obligaciones de deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, según lo definido por Naciones Unidas.
El periodo de suspensión de pago de deuda empezará a partir del primero de mayo. Cada nación tendrá tres años para reembolsar la cantidad debida, con un periodo de gracia de un año adicional (4 años en total).
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