Por Walter Buchanan, CFA director de inversiones en SaveNest
El Banco Mundial prevé que la economía mexicana caiga 7.5% este año, la Reserva Federal (FED, por sus siglas en inglés) estima que el Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos caiga 6.5%; se espera que el PIB de todo el mundo caiga 5.2% este año.
Entonces, ¿por qué si el mundo está en recesión algunos mercados accionarios han subido?
Si bien aún falta la confirmación técnica de los datos (hasta que termine el segundo trimestre y se publiquen los datos) para afirmar que estamos en recesión, es algo que varios economistas ya dan por hecho, la pregunta verdadera es: ¿cuánto habrá caído la economía? Y posteriormente, ¿cuánto tardará en recuperarse?
Los mercados funcionan como un indicador adelantado, es decir, se adelantan a las condiciones económicas del futuro, o al menos eso tratan. Entonces, en febrero y marzo, los mercados se adelantaron a los datos económicos, y tuvieron desplomes de alrededor de 30% en el mundo. Podemos imaginar que los mercados anticipaban desempleo masivo a lo largo del mundo, quiebras de empresas (como Hertz, por ejemplo) y escenarios muy lúgubres.
Sin embargo, conforme gobiernos de países desarrollados fueron anunciando programas de estímulos en apoyo a los apagones económicos (Estados Unidos y Europa principalmente), los mercados comenzaron a incorporar hechos que tendrían un impacto positivo en el futuro; luego comenzaron las reaperturas económicas, las empresas reabrieron y están volviendo a sus actividades después de meses de cierre. Hay más de 100 farmacéuticas buscando una vacuna, y quizá alguna tenga éxito antes de finalizar el 2020.
Entonces de nuevo el mercado trata de anticiparse a que tal vez la gente que perdió su empleo en despidos masivos vuelva a ser contratada, anticipa quizá que con los apoyos y estímulos de gobiernos (hablando del caso de países donde son robustos) habrá menos cierres de empresas que los que se imaginó el colectivo en un principio, lo que siembra el ambiente propicio para que los mercados regresen algo de lo perdido, e incluso algunos índices que, como el NASDAQ, recientemente han registrado máximos históricos.
Pero como ya lo he comentado, el futuro es incierto, puede ser que en estos días, pese el nerviosismo de si habrá una segunda ola y si será peor o no que la primera, si la vacuna tardará más de lo previsto, los pronósticos sombríos vuelvan a pesar en el mercado y el colectivo vuelva a pensar que la recuperación no será tan rápida como se pensaba. De ser así, los mercados podrían recalibrarse para nuevamente tratar de “descontar el futuro”, trayendo nuevamente inquietud y ansiedad a los inversionistas.
Es por eso, por ese ímpetu de estar tratando de adivinar siempre el futuro, que los mercados pueden subir cuando nos encontramos aún en recesión o caer antes de entrar en una; lo que lo hace un indicador adelantado.
No obstante, y como ya lo he dicho antes, invertir tal vez sea fácil, pero comportarse como buen inversionista, lidiar con las fluctuaciones del mercado que constantemente trata de adivinar el futuro, es lo difícil y sin una estrategia, casi imposible diría yo.
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