Es natural que los adjetivos se agoten para describir a alguien a quien apodan “Su Majestad”. Resulta una tarea titánica hallar calificativos para alguien que nos habitúa a dejarnos sin palabras. Por eso, mejor recopilamos una serie de frases que definen la genialidad de Roger Federer, a la par de reflejar la admiración que le dedican sus rivales en la pista.
“Si haces una encuesta a los 500 mejores jugadores del mundo, alrededor de 499 te dirán que el número uno es Roger. El único que no lo hará es el propio Roger porque es muy amable como para decirlo”, James Blake.
“Roger puede ejecutar tiros que deberían ser declarados ilegales”, Tracy Austin.
“Sí, básicamente nadie tiene una oportunidad de ganar contra él”, Andy Roddick.
“Roger se mueve como un susurro y ejecuta como una bola de demolición. Simplemente es imposible de explicar cómo hace lo que hace”, Nick Boll.
“El tipo es el atleta masculino más grande de todos los tiempos”, Serena Williams.
“Es el mejor jugador del mundo”, Pete Sampras.
“Tenemos a un chico de Suiza que está jugando al tenis de una manera que nadie nunca antes ha visto -y me refiero a nadie”, Boris Becker.
“Yo puedo llorar como Roger, pero es una lástima que no pueda jugar como él”, Andy Murray.
“No creo que siempre puedas hacer que tu juego sea perfecto, ¿sabes? Solo si eres Federer”, Nole Djokovic.
“Considero a Roger como el mejor en todos los aspectos. Es el jugador más estético que he visto”, John McEnroe.
“La belleza no es un objetivo de los deportes competitivos, pero los deportes de alto nivel son escenarios privilegiados para la expresión de la belleza humana. La relación se aproxima a la que existe entre la valentía y la guerra. La belleza humana de la que hablamos aquí es una belleza muy particular; la podríamos llamar belleza cinética. Su poder y atractivo son universales. No tiene nada que ver con el sexo o normas culturales. Pero si pareciera tener relación, en el fondo, con la reconciliación del ser humano con el hecho de tener un cuerpo”, David Foster Wallace sobre Roger Federer como experiencia religiosa
