Con el mundo registrando picos máximos de contagios por coronavirus debido a ómicron, desde Europa salió una nueva noticia que podría impactar el desarrollo de la pandemia en 2022: Francia detecta IHU, también conocida como B.1.640.2., una nueva variante de COVID-19 aún con más mutaciones que su predecesora.
El hallazgo se dio semanas atrás por investigadores del Instituto Hospitalario Universitario de Marsella (IHU, siglas que le dan el nombre a la nueva versión del virus), quienes hallaron que la variante es derivada de otra detectada en septiembre en la República del Congo.
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La institución universitaria comunicó su descubrimiento a través de las redes sociales el pasado 9 de diciembre.
La variante B.1.640.2 mostró 46 mutaciones, aún más que las modificaciones observadas en ómicron. Uno de estos cambios estaría asociado a una mayor transmisibilidad del patógeno, aunque los datos no son concluyentes debido al limitado número de contagios reportados por esta variante, informó el equipo científico liderado por Didier Raoult.
De acuerdo con el centro de investigación médica, los primeros casos localizados se sitúan en la localidad de Forcalquier, en el departamento de Alpes de Alta Provenza. Asimismo, se tiene conocimiento de una docena de contagios provocados por IHU en la región de Marsella, los cuales están asociados con viajes a Camerún.
