De sobra es conocido a nivel mundial el prestigio de México dentro de la industria automotriz; varias de las más grandes armadoras del mundo ya están establecidas en el país.
Uno de los factores que las ha hecho tener interés en la república mexicana es que el costo de la mano de obra es el más barato en toda la región de Norteamérica.
La mano de obra es alrededor del 10 por ciento del costo operativo de una planta armadora, por lo que este ahorro es significativo y muy atractivo para las marcas automotrices que tienen una encarnizada pelea de ahorro en cuanto a la fabricación de sus modelos.
El sector automotor es ya uno de los principales empleadores de México. Cada empresa del ramo negocia las condiciones salariales y laborales de forma muy distinta en cada región del país.
Por ejemplo, Volkswagen Puebla es famosa por tener un sindicato fuerte que negocia con firmeza y tiene a sus colaboradores como los mejor pagados en el país, una notable diferencia si se comparan los sueldos otorgados por Chrysler Saltillo.
En el caso de Nissan, cabe destacar que Nissan Civac paga mejor que las dos plantas de Aguascalientes, sin que la capacidad instalada o la productividad del personal tengan algo que ver.
Un dato para reflexionar al respecto.