Por: Jorge Camacho Ortega, presidente la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) en Querétaro.
Muchos son los desafíos que enfrentan las micro, pequeñas y medianas empresas (PyMEs) para acceder a un crédito que los ayude a subsistir durante sus primeros años de arranque.
Desgraciadamente, nuestro sistema financiero está diseñado para servir a las grandes empresas, las cuales solamente representan el 5% de las empresas en México, y dejan de lado a las pequeñas y micros que son el otro 95%. Es por eso que cuando pedimos apoyos gubernamentales es para la PyMEs, las cuales generan el 80% del empleo y representan el 52% del Producto Interno Bruto.
Sin embargo, la mayor parte de la Población Económicamente Activa (PEA), en el país, un 55%, se encuentra en la economía informal, lo que significa un reto para las autoridades, pues en gran parte se debe a un sistema complejo que no les permite acercarse a la formalidad.
Les dejo otro dato, el salario promedio en la economía formal, de acuerdo al IMSS, es de poco más de 9 mil pesos, mientras que en la informalidad es de 4 mil 500, sin tomar en cuenta que en esta situación tampoco cuentan con seguro social y ningún tipo de prestación.
Por eso, hay que exigir al gobierno federal que genere esquemas eficientes que los ayuden a migrar a la formalidad de una manera más sencilla, en donde sepan que todos salimos ganando, pues se beneficiaría nuestra economía al incrementar la recaudación de impuestos, y con ello, invertir en la salud y educación de los mexicanos y así darle movilidad social a los más de 50 millones de pobres que hay en nuestro país.
Considero que debemos hacer énfasis en la importancia de realizar un programa entre el gobierno federal y el empresariado, donde podamos detonar la creación de empresas formales, de manera que podamos generar un piso más parejo para todos y realmente cambiarle el rostro a nuestro querido México.