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Así impactará el sobregasto de Río 2016 a nuestra región

Ahora que se cierra el ciclo olímpico y Brasil entrega con mucha dignidad la estafeta olímpica a Japón. Las olimpiadas dejan a dicho país con un sentimiento de satisfacción por la labor cumplida, pero con una preocupación importante respecto al estado actual que guardan sus finanzas, aquejadas por problemas políticos.

El cambio de su situación actual con la que tenía hace 7 años fue muy dramático, cuando triunfó en las votaciones con el rostro de un país fuerte, perteneciente al bloque económico de moda (Los BRIC integrados por Brasil, Rusia, India y China) y una pujanza que impresionaba al mundo.

Aunque nos da mucho gusto que un país hermano latinoamericano haya representado a nuestra región, señalaremos, parafraseando el lema de los olímpicos, los problemas financieros a los que se enfrentan los cariocas. La enorme fiesta deportiva que organizaron y que incluyó la Copa Confederaciones, Mundial de Futbol y Olimpiadas, algo que incluso economías de primer mundo se la piensan antes de comprometerse.

CITIUS: Sí, la economía brasileña se está desacelerando cada vez más rápido desde que empezó a organizar mega eventos deportivos. Según datos del IBGE, que es el equivalente del INEGI en Brasil, y cuyos datos fueron validados por analistas internacionales, cada vez es más acentuada esta tendencia. Si un país que ya está en recesión económica no endereza el rumbo, tendrá una caída del 2.5% de su PIB para el próximo año.

ALTIUS: La historia se repite. Cada 4 años, no importa el país y lo meticulosos que sean sus planificadores, el gasto de organización de un evento siempre supera con creces lo presupuestado. Es un «lujito» que pocas economías soportan y Brasil no fue la excepción. Todo lo contrario, es medalla de oro en sobregasto. La organización de los eventos deportivos fue un 312% más alto de lo presupuestado originalmente. Ninguna economía del mundo puede salir bien librada de una situación así.

FORTIUS: Llegamos al último punto y al más preocupante para la región. Brasil es la economía más grande de Latinoamérica y los efectos de su recesión impactarán más fuerte a nuestra región. Ahora que ya hemos resentido en nuestra moneda algunos efectos de la crisis brasileña, el problema de contagio ante una crisis mayor tendrá un impacto aún no ponderado en la cotización del peso y la percepción de riesgo de la región, que seguramente influirá en los capitales que invierten en Latinoamérica.

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