En exclusiva para Líder Empresarial, Fernando Alonso comparte cómo su vocación de comerciante ha sido parte fundamental para la construcción de Viñedos Tierra de Alonso.
El empresario arrancó en el comercio desde muy joven, pues comenzó con la venta de leche a los 16 años. Posteriormente, se asoció con su hermana para la producción de queso; con el paso de los años, fundaron Finca Vai, la quesería más visitada de México.
“Cada inversión que se hacía producía el dinero suficiente para el siguiente paso. Es así como llegamos a lo que tenemos hoy, paso a paso”, comenta Fernando.
Fernando menciona que una visita a Napa (California) fue su primer acercamiento real con el vino, viaje que emprendió dado su interés por aprender acerca del turismo. Allí se percató de la existencia de pequeños viñedos y nacieron las ganas por comenzar un nuevo proyecto.
Al poco tiempo, el empresario se inscribió en la Escuela de Vino Altiplano (EVA) de Querétaro y se dio cuenta de que era factible el cultivo de vinos en la zona. En ese momento, destinó una pequeña área de su rancho para la siembra de Cabernet Sauvignon y Merlot. Así inició Viñedos Tierra de Alonso.
Señala que uno de los retos que ha enfrentado en la producción del vino es la búsqueda de la materia prima adecuada debido a que, “si la uva no es buena, el vino tampoco lo será”.
Relata que este negocio implica mucho tiempo y esfuerzo, por lo que es indispensable tener un amor genuino por el mundo vinícola.
Finalmente, el presidente de Tierra de Alonso destaca que la meta de los viñedos es la colaboración con los empleados para alcanzar y superar las expectativas de los clientes —así como posicionar al complejo como un referente agro turístico a nivel nacional—.
“En el momento que todo el grupo sienta que el cliente es uno mismo, en ese instante alcanzaremos el éxito sin duda”, señala.