San Miguel de Allende, ciudad Patrimonio de la Humanidad, se viste de fiesta para recibir a la 46ª edición de la Feria Nacional de la Lana y el Latón. El Jardín Principal se convierte en un escenario clave para los artesanos de la región, quienes muestran sus piezas de metalistería y lana. Este evento se ha consolidado como una de las principales vitrinas para la exhibición de las artesanías que representan la identidad cultural de la ciudad.
Con más de 50 familias artesanas participando, la feria se mantiene como un pilar económico para la comunidad. En ella se promueve la venta de productos tradicionales como estrellas de latón, figuras metálicas, tapetes de lana y utilitarios decorativos. Este esfuerzo es impulsado por la dirección de turismo y desarrollo económico, bajo la administración del presidente Mauricio Trejo, quien ha logrado que la feria se mantenga fiel a su origen: un espacio para los creadores locales en el corazón de San Miguel de Allende.
Un Impulso a la economía local
La feria no solo es un escaparate cultural, sino también una fuente significativa de ingresos para los artesanos. Se estima que las ventas durante los días de la feria pueden aumentar hasta diez veces más en comparación con las transacciones ordinarias en los talleres locales. Con un horario extendido de 9:00 a 21:00 horas, los asistentes tienen la oportunidad de conocer de cerca el proceso creativo detrás de cada pieza. Desde la selección de la lana hasta la elaboración de las figuras metálicas, lo que refuerza el valor artesanal de cada producto.
Tradición y modernidad en la feria
Uno de los principales atractivos de la Feria Nacional de la Lana y el Latón es la fusión entre lo tradicional y lo contemporáneo. Aunque el evento mantiene el enfoque en las técnicas artesanales centenarias, los artesanos también innovan con nuevos diseños y materiales. De acuerdo a los artesanos de la región, la feria ha evolucionado con el tiempo, mejorando la visibilidad y las ventas de los productos.
Además de las exhibiciones de artesanías, los asistentes pueden disfrutar de una amplia oferta cultural. Presentaciones de ballets, tunas y conciertos en vivo, lo que convierte a la feria en una experiencia integral para toda la familia. Este programa cultural contribuye a enriquecer la visita, convirtiéndola en un atractivo para turistas y locales por igual.
Participación de comunidades locales
La feria también tiene un componente social importante, ya que participan artesanos provenientes de comunidades cercanas a San Miguel de Allende. Especialmente de La Cieneguita, Vivienda de Abajo, Presa Allende y Agustín González. Estos maestros artesanos traen consigo una rica herencia cultural que se refleja en sus piezas. Desde decoraciones navideñas hasta utensilios de uso cotidiano, todos elaborados con técnicas ancestrales.
El compromiso del gobierno municipal, se ha traducido en una serie de iniciativas que buscan no solo preservar las tradiciones, sino también asegurar la viabilidad económica de los artesanos. La ubicación estratégica de la feria en el Jardín Principal, facilita la atracción de miles de visitantes, impulsando la economía local durante la temporada navideña.
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