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Felipe González Ramírez. La suma de preparación y oportunidad

 

Desde temprana edad, aprendió que el trabajo constante tiene su recompensa, que las cosas nunca se obtienen de manera fácil y que las acciones hablan más de un hombre que sus propias palabras.

Felipe González Ramírez logró que su negocio familiar sea punta de lanza en Aguascalientes. Fiel creyente de la participación de un empresario en la vida social y política, ha trabajado –a través de cámaras empresariales– para fortalecer el sector empresarial, reforzar la participación de los jóvenes emprendedores e incluso ser oposición de los gobiernos cuando éstos han ido en contra de la economía del estado.

La familia es el motor que lo motiva a cumplir sus metas, mediante las cuales siempre busca un bien para la sociedad y una transformación positiva para Aguascalientes.

Pareciera imposible mantener un equilibrio entre la vida empresarial y personal; pero Felipe González Ramírez es un ejemplo de cómo dirigir una compañía, ser un hombre honesto, un esposo cariñoso, un padre atento, un hijo respetuoso y un amigo confiable.

Entre llamadas y correos que todo el día asechan su oficina, la música suena en la radio, “siempre traigo la música conmigo”. Comenta que además de ver un buen partido de las Panteras, de los Steelers o de las Chivas, aun cuando es casi un pecado sentirse parte del rebaño sagrado en estos días, escuchar música es una de sus actividades favoritas.

Se confiesa un rockero de corazón, fan de Pink Floyd y Rolling Stones. “Ya estamos listos para ir al concierto en México”, refiere que no se perderá la visita de una de las agrupaciones más importantes en la historia de la música. De hecho, al año asiste por lo menos a dos presentaciones, pues asegura que no hay nada como ir a un buen concierto y sentir la música en vivo.

Los libros de Administración, Finanzas y Economía son más un gusto que una obligación; para él, la constante preparación siempre rinde sus frutos y si gozas con ella, mejor.

Entre las teorías acomodadas en los libreros que recorren su oficina resaltan las fotografías de su familia. Las sonrisas enmarcadas de su esposa y sus hijas lo acompañan en sus horas de trabajo. Cuando González Ramírez habla de ellas, su semblante se vuelve cálido. Habla de un núcleo, de un equipo.

Durante su infancia, su madre (Cony) fue quien marcó la diferencia. La dedicación que tuvo con él y sus hermanos ha sido uno de los regalos más importantes, pues eso forjó su carácter y fuerza.

“Mi mamá estaba de tiempo completo y eso nos ayudó a ser una familia muy unida, la cual gira mucho en torno a ella. De hecho, hoy en día todavía sigue siendo el vínculo para reunirnos a todos”.

También en su casa, Catalina, con quien tiene 20 años de casado, ha sido clave. Su matrimonio, dice, es un equipo perfecto, el cual le ha permitido tener una de las más grandes satisfacciones de la vida: ser un orgulloso padre de dos mujeres.

“Dios me bendice con una esposa ejemplar, una esposa que ha estado apoyándome en todo momento, que ha sabido ser una excepcional madre.

“Mis hijas siempre se han distinguido por tener de los mejores promedios de su clase, por dedicarle tiempo a los apostolados, a ayudar a los demás y la verdad, creo yo, no porque sean mis hijas, son buenas mujeres, eso me llena de mucho orgullo. Reconozco que mucho es la labor de mi esposa, obviamente también a mí me toca aportar con el ejemplo, que vean que su papá está buscando realizarse diario en su trabajo y también hacer algo para la sociedad”.

El espíritu de ayuda lo lleva en la sangre pues lo heredó de su padre, señala. Felipe González González ha sido un ejemplo y una inspiración en su vida por su dedicación al trabajo y a servir a los demás en pro del bien común.

La responsabilidad de la empresa familiar, Interdisa, pasó a manos de González Ramírez en 1998, cuando su padre fue nombrado gobernador. Ese momento se convirtió en un reto personal para él, pues había que poner en alto a la compañía y salir adelante con su recién iniciada familia.

“Mi papá, una vez que es gobernador electo, nos reúne a los hijos y nos lee la cartilla. Nos dice que a él era a quien le iban a pedir cuentas, se le iba a criticar si hacía algo mal; era impensable que quisiéramos jugarle al vivo, porque mi papá siempre ha sido una persona muy recta y muy firme en sus convicciones.

“Su sexenio fue algo positivo, nos ayudó también a nosotros a sentar las bases de saber que dependemos de nuestro propio trabajo y no de oportunidades como podrían darse en el gobierno”.

Él es un hombre sencillo, a todos los colaboradores de Interdisa, sin importar su puesto, les brinda el mismo trato amable y respetuoso. Revela que una de las claves del éxito de un negocio es hacer sentir a todos los compañeros de trabajo parte de una unidad.

“Es una empresa familiar, pero hemos tratado de que los empleados se sientan de la misma manera, como parte de la familia”.

Interdisa, próxima a cumplir los 30 años, nació como la primera casa de cambio en Aguascalientes. Desde 1995, cuando se integró sobrellevando los riesgos, logró llegar a todos los municipios del estado y también a Zacatecas.

Actualmente, está consolidada como la empresa número uno en operación de remesas y su perspectiva es favorable para 2016, pues planea abrir una nueva sucursal, la cual le permitirá continuar con el ascenso en el mercado.

Para Felipe González Ramírez, los organismos empresariales tienen que ser una guía para sus agremiados dentro del sector en el cual se desempeñen, pero también un contrapeso en la sociedad y ante cualquier gobierno.

Fue presidente de la Cámara Nacional del Comercio y Servicios (Canaco) durante el periodo 2005-2008 y del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) en 2008-2010. Entre sus principales aportaciones están la inclusión de más jóvenes en las actividades de las cámaras, así como el aumento del número de afiliados, lo cual se dio como respuesta a su perfil de líder analítico y crítico.

“Lo más fácil es que estemos todos atrás del mostrador o de nuestro escritorio sin importarnos qué pase afuera; pero debemos preocuparnos por el entorno y, más que preocuparnos, participar para ser parte del cambio”.

La filosofía de vida de González Ramírez consta de dos pilares:

Como dinámica, Felipe González Ramírez fue cuestionado sobre lo primero que le llegara a la mente al escuchar determinadas palabras. Éstas fueron sus respuestas.

Emprender: Riesgos

Liderazgo: Virtud

Política: Reivindicar

Candidato independiente: Gran oportunidad

Familia: Unidad

Dinero: Economía

Poder: Servicio

Aguascalientes: Terruño

México: Patria

Trabajo: Realización

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