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Exportaciones agropecuarias de México: frenadas por dependencia a fertilizantes importados

La economía post-COVID ha sido realmente complicada; de una u otra forma, todos los sectores se vieron afectados por la pandemia.

Uno de los más resentidos fue la agricultura, puesto que todos los productos aumentaron sus precios finales por los procesos de elaboración. Además, diversas problemáticas financieras derivaron en la subida progresiva de precios en los fertilizantes necesarios para el óptimo desarrollo de los cultivos.

Ante esto último, la producción agropecuaria se ha visto mermada e incluso frenada. Muchos agricultores han optado por simplemente no comprar fertilizantes. Esto no solo impacta en el consumo de la industria nacional, sino que se ha convertido en una amenaza para los negocios internacionales de México.

El aumento progresivo de los precios en los fertilizantes importados

Los precios de los fertilizantes han experimentado aumentos progresivos, lo que desencadenó a su vez un efecto dominó: todo partió del aumento general en los precios de las materias primas necesarias para su fabricación.

Esto no resulta extraño, ya que los mercados globales resintieron este fenómeno que alteró la ley de la oferta-demanda y presentó síntomas más graves (como la escasez).

De acuerdo con los datos de Indexmundi, el precio de la tonelada métrica de fertilizante en enero de 2020 (antes de que la pandemia llegase a Occidente) era de 215.4 dólares. Posteriormente, en enero de 2021, su valor ya era de 265 dólares. Exactamente un año después, se disparó brutalmente hasta los 846 dólares: un aumento de casi el triple de su precio.

Con este parámetro numérico, no es de extrañar porqué muchos agricultores prefirieron disminuir el uso de fertilizantes (mermando así las cosechas). Claramente, esto tiene preocupada a mucha gente.

En el periodo de enero a noviembre de 2021, las exportaciones en este sector sumaron un total de 446,532 millones de dólares —19.4% más elevado que la cifra de 2020—. No obstante, existe un rayo de luz en esta situación: las expectativas en cuanto a las exportaciones agrícolas de 2022 lucen sorprendentemente optimistas.

De acuerdo con la información que se tiene hasta el momento, mes con mes se ha registrado otro aumento directamente proporcional al de los precios, en lo recaudado por las exportaciones en el país en comparación con los mismos meses del año anterior.

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