Lic. Gisela Díaz Figueroa
Gerente Comercial Gallástegui Armella Franquicias Bajío
Cuando se escucha el término franquicia, se asume que es un modelo de negocio distinto a cualquier otro y, por lo tanto, contempla aspectos legales específicos por cumplir.
Sin embargo, la franquicia aplica para cualquier interesado en crecer con la inversión de una tercera persona, por lo cual es un error plantear que es una empresa distinta a las demás. Para ejemplificar lo anterior, considérese lo siguiente:
- Cuando un negocio inicia, lo hace por medio de la figura de persona física o moral. Para eso, se debe solicitar los permisos y licencias necesarias de acuerdo con el tipo de negocio. También hay que cumplir con normas y requisitos legales para operar.
- Después de esto, el emprendedor solicitará su licencia de funcionamiento. Además, deberá cumplir con las disposiciones legales para la operación del tipo de servicio que ofrezca o cumplir con las normas de elaboración del producto que pretende comercializar.
- Cualquier empresa tiene un objetivo específico: vender un producto o servicio relacionado con una marca. Al definir esto, el emprendedor clasificará su marca legalmente en distintas claves según sus actividades. Por ejemplo, si vende alimentos y bebidas, pertenecerá a la clase 43; pero si también comercializa productos en tiendas gourmet, tendrá la clase 35. Si posteriormente decide vender playeras u otros souvenirs con la imagen de su marca, se clasificará en la clase 25.
- Una vez hecho lo anterior, hay que pensar en el capital de trabajo, es decir, la contratación del personal. Desde el punto de vista legal, es tiempo de definir los términos y condiciones de cómo se llevará a cabo este proceso. De igual forma, se tomarán en cuenta los trámites legales a realizar con cada colaborador.
- Con el paso del tiempo, la marca se posicionará en el mercado y se volverá atractiva para diversos proveedores, lo cual traerá consigo la realización de contratos de exclusividad.
Hasta aquí, el emprendedor ha tenido que cumplir aspectos legales en temas de: constitución de empresa, alta ante la Secretaría de Hacienda, permisos, licencias, cuestiones laborales, contratos para operar y protección de activos intangibles (la propiedad intelectual e industrial de la compañía).
Todo lo anterior es el proceso que cualquier negocio debe afrontar para comenzar su operación, sin importar si va a ser franquicia o no. Evidentemente, si se tiene la intención de ser una, se deberá tener más cuidado en cada paso, pues un error afectará a todo el sistema.
Entonces, ¿existen o no aspectos legales específicos para este modelo? La respuesta es no. Las franquicias parten de un negocio tradicional, el cual debe cumplir las normas y reglas correspondientes. Sin embargo, cuando se ha decido expandirse bajo este modelo se deben proteger legalmente algunos aspectos, en los cuales sí se necesitará de unos cuantos contratos más para posibilitar la transmisión del concepto a un franquiciatario, con la protección de la marca y el know how.