Uno de los edificios que han marcado el cuadro principal del Centro Histórico de Zacatecas, es el ahora Ex Templo de San Agustín. Su arquitectura propia de la época colonial dejó de servir para fines religiosos luego de diversas circunstancias que lo hicieron ocuparse de todo, menos para su propósito principal.
Su construcción se remonta al año de 1575, lo que lo convierte en una de las edificaciones más antiguas de la capital del estado. Fue construida por la orden religiosa de los agustinos, la cual se asentó en la ciudad durante el siglo XVI. El término de todo el edificio como se conoce hasta ahora, fue hasta 1782. Durante siglos funcionó como espacio religioso.
Hacia el siglo XIX, la fachada fue destruida por la Sociedad Presbiteriana, la nueva propietaria del inmueble. Esto debido a que ya no representaba ningún concepto en cuanto al culto evangélico. A partir de aquí, la historia del templo fue azarosa y pasó de ser un espacio sagrado, a uno público, diverso ye dinámico.
Los cambios incesantes del Ex Templo de San Agustín
Por algún tiempo, el ex templo funcionó como vecindad y estacionamiento. Cabe recordar que aunque ahora se asienta en la plazuela Miguel Auza, esta no existió sino hasta principios del siglo XXI. El espacio se utilizó para distintos fines, sin embargo, no todos están confirmados, y algunos resultan “indecentes” de mencionar.
Para el año de 1948 iniciaron las labores de rescate y restauración del edificio. Estas prácticas terminaron hasta 1969. El edificio es una serie de conjuntos arquitectónicos que sorprenden una vez que se observa desde diferentes aristas y calles. Aunque los retablos de su interior no pudieron ser rescatados, la fachada pudo conservar sus elementos barrocos.
Actualmente se utiliza como un espacio cultural y artístico en que se dan una serie de exposiciones, conciertos y el desarrollo de constantes eventos que exponen la riqueza del estado, así como el talento de artistas en distintas disciplinas. Sin duda uno de los imperdibles del Centro Histórico.
