Que un entrenador dimita de su cargo por problemas con la directiva no es ninguna novedad. Ha ocurrido, está ocurriendo y ocurrirá en el futuro. Lo que sí es novedad es que el técnico denuncie abiertamente las malas prácticas y manejos en la operación de los clubes de fútbol.
Es lo que ha pasado con Guillermo Vázquez, ahora ex técnico del Veracruz, quien después de renunciar a su puesto, acusó públicamente a los tiburones rojos por adeudos de sueldo y por trabajar bajo doble contrato (uno registrado ante la Federación Mexicana de Futbol y otro fuera de ella).
Las declaraciones del entrenador puede suponer un cisma dentro de la Liga MX, toda vez que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ha puesto la lupa sobre los clubes mexicanos.
El Servicio de Administración Tributaria (SAT) informó que ante la información que anda circulando en los medios en relación a los presuntos dobles contratos en el fútbol mexicano, abrirá una investigación y en el caso de que encuentre hechos que configuren como evasión fiscal o algún otro delito relacionado, actuará con base en sus facultades y obligaciones legales.
El SAT señala desconocer los dobles contratos que han referido en el ámbito deportivo, pero explica que cuenta con las facultades para comprobar las condiciones contractuales y económicas que acuerden el Club y el deportista, pero no la información que reporte el Club a la Femexfut.
En el comunicado, el SAT aclara que la simulación de actos que tengan por objeto ocultar el total de los ingresos percibidos es un delito, así como no enterar las retenciones de Impuesto SObre la Renta realizadas a los futbolistas por parte de los clubes.
¿Cómo funcionan los dobles contratos?
De acuerdo con el periódico deportivo Récord, la directiva escuala divide el salario del futbolista o director técnico a través de dos contratos, uno laboral y otro de imagen. En el primero, reportado a la Federación Mexicana de Fútbol, el jugador recibe el 10% de sueldo, pagado por el club. El segundo contrato es con una empresa de publicidad, la cual remunera el 90% restante por cesión de derechos de imagen del jugador.
El medio ejemplifica el modus operandi del club a través de los casos de Sosthenes José Santos Salles y Alan Santos. El representante legal de ambos jugadores señaló que todo parece indicar que la empresa de publicidad se trataría de una compañía fantasma.
En caso de controversia o rescisión de contrato, el club solo se vería obligado a indemnizar al futbolista con base en el contrato registrado ante la Femexfut (el cual representa el 10% de su salario real), lo que deja expuesto a los jugadores o al técnico que se vea inmerso en esta situación.