El destino de Eufrosina parecía estar dictado por la sociedad, por el simple hecho de haber nacido mujer en el seno de una familia indígena. Sin embargo, tomando las riendas de su vida y cambiando su rumbo, Eufrosina Cruz Mendoza se erigió como la primera mujer en la historia de México en presidir el Congreso de Oaxaca.
Para esta mujer zapoteca, nacida en Santa María Quiegolani, haber sido despojada de su derecho a participar en las elecciones para la presidencia municipal de su pueblo debido a su origen y género fue el parteaguas de una incansable lucha por el reconocimiento de los derechos políticos de las mujeres.
“Mi interés en la vida pública nace de una frustración, de un dolor, porque ese día odié ser mujer en mi país. En ese momento estaba en una disyuntiva por haber nacido mujer en una comunidad indígena”, explica.
Reconocer el derecho al voto de las mujeres indígenas
Motivada por formar parte en la toma de decisiones y la generación de cambios en su entidad, como diputada federal y presidenta de la Comisión de Pueblos Indígenas logró una reforma constitucional que reconoce el derecho al voto y al desempeño de cargos tanto públicos como de elección popular de las mujeres indígenas.
Durante la Conferencia Mundial de Pueblos Indígenas 2014 en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Eufrosina formó parte de la delegación junto con el Presidente de la República.
“Haber representado a mi país frente a la ONU fue un mensaje para todas las niñas y mujeres de que no importa tu origen. Tú como mujer debes arrebatar esos espacios, más allá de los propios cuestionamientos y señalamientos. Para mí significó un grito de decir a mi país que, como mujer y como indígena, también razono y no soy un grupo vulnerable”.
Construir igualdad de oportunidades desde nuestra trinchera
A pesar de todos los “no” que recibió, Eufrosina construye su realidad día a día como una de las activistas más influyentes en la promoción y defensa de los derechos políticos femeninos —de la mano de Michelle Obama y Malala Yuzafki—, así como instructora en comunidades rurales.
Su lucha continúa generando cambios que antes parecían inconcebibles e inspira a miles de niñas y mujeres, pues tan sólo en su estado ya 29 mujeres presiden sus comunidades.
En el panorama sociopolítico actual, construido bajo parámetros patriarcales, Eufrosina insiste en el derecho y la responsabilidad que tenemos las mujeres mexicanas: no sólo se trata de ocupar los puestos de liderazgo, sino también de romper con nuestros propios paradigmas y aportar en la construcción de una sociedad con igualdad.
“La igualdad es eso: sobre nuestras diferencias, construir igualdad de oportunidades para los que hoy no la tienen”, finaliza.