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Ética del Cuidado: El pilar económico del futuro sostenible

Uno de los elementos clave para comprender el futuro de México radica en el conocimiento, la conciencia y el compromiso con la Ética del Cuidado, es decir, cuidarnos a nosotros mismos, cuidar a los demás y cuidar el entorno. «Cuidar» será el verbo que deberemos conjugar más en los próximos años y décadas, incluso para sobrevivir. En el horizonte, queda claro que tendremos que preocuparnos por el cuidado mutuo; lo mismo sucede con la naturaleza. Para que esta siga proporcionándonos sus recursos, debemos esforzarnos por preservarla y protegerla de la contaminación y la sobreexplotación, así como del estrés hídrico.

Este esfuerzo debe ser colectivo. El trabajo de cuidado no remunerado, que incluye tareas domésticas como limpiar, cocinar y cuidar, recae en un número reducido de personas, particularmente mujeres. Por tanto, es necesario establecer un Sistema Nacional de Cuidados que destine recursos y promueva políticas públicas que redistribuyan las responsabilidades del cuidado entre las familias y el Estado. 

Esto se puede lograr mediante el aumento de la oferta de servicios y programas públicos de cuidado para la infancia, las personas adultas mayores, las enfermas y las personas con discapacidad (CEEY 2023).

Según un análisis realizado por el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), en 2020, el valor económico del trabajo no remunerado en los hogares ascendió a 6.4 billones de pesos, lo que equivale al 27.6% del PIB del país. A pesar de esto, este valor no se refleja en las cifras oficiales de la economía nacional. De esta cantidad, las mujeres aportaron el 73.3%, mientras que los hombres contribuyeron con el 26.7%. Estamos hablando de recursos que no se monetizan pero que se aplican en beneficio de la familia.

Hay mujeres que emigran a otros países y se dedican al cuidado de otros hogares, dejando las responsabilidades que tenían en su país de origen a cargo de otra persona. Estas cadenas permiten visualizar una serie de eslabones (personas) a través de los cuales se transmite el cuidado. Por lo general, una cadena está compuesta por tres eslabones básicos:

Si estas mujeres realizaban actividades de cuidado en su lugar de origen, es importante cuestionarnos cómo se están reorganizando los arreglos de cuidado.

Cuidar o ser cuidado

Las remesas enviadas a México han experimentado un crecimiento sostenido en los últimos cinco años (Banxico, 2023), y sin duda alguna, este recurso se ha feminizado. Su contenido responde a una economía del cuidado que pasa de ser no remunerada en el lugar de origen a ser remunerada en el lugar de destino, lo que implica una pérdida de tiempo para cuidados personales de los mexicanos, tanto niños como adultos mayores.

Además, es relevante destacar que se han realizado recortes en el presupuesto anual destinado al programa de estancias infantiles en México, reduciéndolo de cuatro mil 070 millones a dos mil 041 millones de pesos. Esto ha provocado un aumento en el número de horas que las mujeres dedican al trabajo de cuidado no remunerado.

Estas condiciones están propiciando que, a pesar de necesitar atención especial, las personas mayores no siempre reciban los cuidados adecuados, sino que muchas veces sean ellas mismas quienes los brinden, convirtiéndose así en un pilar importante que sostiene los cuidados en nuestro país. 

En los últimos tiempos, ha aumentado el tiempo que las personas mayores dedican al cuidado de niños, niñas y adolescentes. Esto está directamente relacionado con los múltiples empleos de los padres, el ingreso de las mujeres al mercado laboral, la escasez de recursos públicos para el cuidado infantil y la presencia de familias monoparentales.

La Fundación Internacional OXFAM destaca que debido a las grandes diferencias en los ingresos de la población latinoamericana y a la vulnerabilidad en la que se encuentran algunos sectores, es necesario generar políticas públicas que eviten que a las personas se les condicione el acceso a derechos básicos, incluido el derecho al cuidado. La universalidad busca incluir a todas las personas, independientemente de su ocupación o ingreso.

En resumen, el futuro de México está estrechamente ligado al conocimiento, la conciencia y el compromiso con la Ética del Cuidado. Es esencial reorganizar los arreglos de cuidado, redistribuir las responsabilidades entre las familias y el Estado, y garantizar políticas públicas que promuevan un acceso equitativo a los cuidados. Sólo así podremos construir un futuro sostenible y próspero para todos.

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