Escrito porMelina González López Velarde.
Abogada corporativa y de emprendedores. Directora de Milagencia Legal.
En México y el mundo, el iniciar y mantener un negocio conlleva mucho esfuerzo, dedicación, energía, tiempo, dinero y conocimiento.
Muchos de esos aspectos no los cuantificamos debido a que los vamos incluyendo en el negocio con el paso del tiempo y no somos conscientes de ellos. Pero cuando nuestro negocio es aceptado por el mercado y empieza a ser rentable, llega el momento de decidir entre expandirnos por cuenta propia o con dinero de terceros.
La primera opción es la más desgastante y riesgosa debido a que todo lo seguiremos dirigiendo nosotros mismos y es nuestro capital el que estará invertido. Bajo la segunda modalidad, al tener una marca y un sistema probado, compartiremos nuestra responsabilidad con otras persona, lo que vuelve a las franquicias una opción interesante como modelo de expansión.
¿Cuándo franquiciar mi negocio?
Se recomienda franquiciar un negocio probado, que tenga al menos 5 años de experiencia o más de 3 sucursales funcionando de manera exitosa. El negocio se debe de componer de una marca reconocida y registrada, así como un modelo de negocio bien documentado y probado para dar los resultados probados.
Los aspectos fundamentales internos por los que se recomienda optar por un modelo de franquicia son:
- Contar con una marca registrada
- Contar con procesos y procedimientos operativos bien definidos y documentados
- Contar con un plan financiero probado, actualizado y expandible
- Contar con un sistema de capacitación actualizable y mejorable
- Contar con un plan de marketing tanto de la marca como del producto o servicio ofrecido
- Contar con procesos y procedimientos replicables para seleccionar las mejores ubicaciones y locales
- Contar con todo el respaldo legal vigente para contar con un respaldo ante situaciones mercantiles y comerciales
Todo lo anterior nos permitirá contar con un negocio fuerte en todos los aspectos; probado y sin dejar ningún aspecto al azar para poder continuar con el crecimiento que tanto trabajo, esfuerzo, dinero y tiempo implicó. Y, sobre todo, nos dará la posibilidad de replicar nuestro negocio cuando decidamos franquiciarlo.