Si hay un sector que ha tenido que aprender de resiliencia este último año es el automotriz. Y esto no sólo por la pandemia: la falta de semiconductores, la baja demanda del mercado interno y la transición a la movilidad eléctrica/híbrida son solamente algunos de los factores que han generado una “bola de nieve”, que cae en picada y se vuelve más grande para el mercado automotor.
Gonzalo Esparza Pedroza, presidente de Tachi-S Américas (proveedora japonesa de asientos para autos), lo ha vivido en carne propia. A finales del 2020 fue trasladado a las operaciones de su sede central en Japón para responder al cargo de Gerente Oficial Ejecutivo de la División de Gestión Corporativa en Tachi-S Global.
Desde este rol ha tenido una asignación clara: generar estrategias para adaptar rápidamente los procesos y la operación de Tachi-S a una crisis sin precedentes.
“Estamos en ese proceso de creatividad, hay que cambiar el chip rápidamente para sobrevivir y anticiparnos a otros cambios (…) Es un momento complicado, pero en el que estamos muy concentrados ahora”, menciona a Líder Empresarial.
El directivo señala que actualmente el principal reto de la industria automotriz es mitigar la escasez de semiconductores -componentes básicos para interconectar cualquier producto que utilice tecnología-, lo que percibe como un “coletazo” de los efectos que la misma crisis de la pandemia provocó:
“Es una combinación de lo más extraña e inesperada y que a nosotros nos ha impactado fuertemente (…) Globalmente, las operaciones de Tachi-S cayeron alrededor del 30% con la pandemia, sin embargo, ahora los semiconductores siguen afectándonos en este nuevo mundo”, detalla.
Como muchos directivos, Esparza Pedroza reconoce que la situación del mercado automotriz no es fácil de domar. No obstante, considera que una estrategia para la reactivación es revolucionar el primer canal de venta; es decir, la experiencia que cada cliente vive al momento de buscar y adquirir un auto:
“La parte de la difusión de los productos y de la creatividad para crear el primer enganche será fundamental para recuperarnos. El cómo hacer que la gente tenga el interés para atreverse a ir para ver un coche físicamente, creo que ahí sí se va a requerir mucha inversión. Es un campo de acción para los creativos”, argumenta.
Gonzalo lleva una vida en la empresa donde hoy es pieza clave para su supervivencia. Este año cumple 29 años colaborando con Tachi-S, compañía con la que ya había experimentado dos crisis: la del 94-95 y la del 2008-2009.
Sin pensar aún en el retiro y a nueve años de que esto sea una opción para él (puesto que entró a una edad muy temprana), es consciente de que momentos como este son los que definen el carácter de un liderazgo. Por ello, subraya como su mayor aprendizaje el desarrollo de una resiliencia a prueba de crisis:
“Estoy aprendiendo lo que realmente es la resiliencia y si algo caracteriza a Tachi-S es justamente ser una empresa resiliente. Pese a ser muy tradicional, la empresa hace un enorme esfuerzo por transformarse. Hoy vivo una etapa distinta, aquí en Japón todo es completamente diferente pero no hay queja en absoluto. Todo lo contrario, estoy contento y aprendiendo más de mí como persona y directivo”, comparte.