Este fin de semana, México detectó el primer caso de la variante india de COVID-19 en un residente del estado de San Luis Potosí, entidad que se mantiene en semáforo amarillo desde hace seis semanas; se trata de la variante B.1.617 y cuya propagación es más rápida.
El secretario de Salud del estado informó que, este sábado, el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE), dio a conocer tres nuevos aislamientos de muestras, dos sin importancia y una que se refiere a la B.1.617:
“Esa ya fue identificada en nuestro país y de hecho la primera vez que se identifica es aquí en San Luis Potosí”.
Dicho paciente, tiene 40 años, ya es atendido y se mantiene en asilamiento; refiere que el contagio pudo haberse originado tras el arribo de personas que llegaron a la ciudad provenientes de Estados Unidos.
Cabe recalcar, la variante india ya provocó una catástrofe en ese país, en donde hay más de 400 mil contagios diarios y se mantiene un escenario adverso con múltiples carencias hospitalarias.
¿Qué sabemos de la nueva variante B.1.617?
Esta variante es considerada “de interés” por la Organización Mundial de la Salud (OMS) puesto que entre otras cosas, registra una mayor capacidad de contagio; tiene una tasa de crecimiento más alto que otras variantes que circulan en la India, sugiriendo un aumento de la transmisibilidad.
Por otro lado, las mutaciones de la variante B.1.617, conocidas como «doble mutante» y «triple mutante«, están siendo investigadas por el Consorcio de Genómica del SARS-CoV-2 de la India (INSACOG), que señala, tiene más resistencia a la inmunidad, pues son capaces de “escapar” del sistema inmunológico.
Actualmente, según estudios del Instituto Indio de Ciencia (IISc), han detectado alrededor de 27 nuevas mutaciones, que aseguran, provienen de una sola cepa ancestral; la OMS ha indicado que los estudios sobre estas nuevas variantes son de suma importancia para dar certeza sobre los riesgos que puedan traer a la salud a nivel mundial.
Te invitamos a leer