El monto básico a fiscalizar por el proceso electoral 2014-2015 será de casi 2 mil millones de pesos, estimó Benito Nacif Hernández, consejero del Instituto Nacional Electoral. El financiamiento para las campañas federales es de 1,172 millones de pesos y para las campañas locales 801 millones de pesos.
Apuntó que se tienen identificadas las contiendas donde se concentra el mayor gasto y donde se focalizará la fiscalización de las campañas.
Sonora, Querétaro y Nuevo León son los tres estados que más gastarán en las campañas del proceso electoral 2014-2015.
El tope global de campaña más elevado es el de gobernador en Sonora y tiene como límite 93´488,536 de pesos.
Seguido de este, se ubican las campañas para gobernadores en Querétaro que alcanza los 53´064,634 pesos y en Nuevo León con 49´929,949 pesos.
De las 22 campañas más costosas, entre las que también aparecen las gubernaturas de Michoacán y Guerrero, ubicadas en cuarto y séptimo lugar, se habrá erogado 544´667,741 pesos.
Cabe mencionar que los topes de gastos más elevados para alcaldías más son los de Querétaro (Querétaro), Ecatepec (México) y Hermosillo (Sonora), las cuales suman 90´702,794 pesos.
En este proceso electoral que concluye una vez que pasa la Jornada Electoral del 7 de junio, se estarán fiscalizando 12, 879 informes de gastos de campaña; 6, 488 correspondientes a elecciones de presidentes municipales; 6,189 a informes de diputados, de los cuales 2,666 son federales; y 77 informes correspondientes a las nueve elecciones de Gobernador.
“Sí sumamos el financiamiento público que han recibido los partidos, primero el ordinario federal con el ordinario local, y luego el financiamiento de campaña federal y el financiamiento de las campañas locales, lo que tenemos es que en el 2015 hay un financiamiento público a partidos políticos tanto para el ejercicio ordinario del 2015 como para las campañas de 9,312.5 millones de pesos” señaló el consejero electoral.
Finalmente comentó que los objetivos de la fiscalización son cuatro:
- Preservar el principio de igualdad política, es decir, que no sea el dinero el que decida una elección, sino los votos y que la capacidad de incidir en el resultado de la elección a través del dinero esté claramente acotada y regulado.
- Salvaguardar la equidad de la contienda, que los topes de gastos de campaña, de aportaciones de simpatizantes y de militantes se observen.
- Garantizar que haya rendición de cuentas de los partidos políticos.
- Vigilar que se realicen gastos en ciertos fines previstos en la ley, como el 3 por ciento del financiamiento para el liderazgo de las mujeres y el 3 por ciento del para las actividades específicas.