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Estereotipos de géneros y techos de cristal: limitantes para las mujeres en la industria tecnológica

¿Por qué no hay más mujeres en la industria tecnológica? Habría que reformular la pregunta a ¿Por qué dejaron de participar? El hecho es que el género femenino perteneció a esta industria durante varias décadas del siglo XX al grado de ser pionero en varios sectores tecnológicos y científicos. 

Margaret Hamilton, la mujer que diseñó el algoritmo que permitió la realización de misiones lunares Apolo en la NASA o Hedy Lamarr, precursora del WiFi, son algunas de las referentes que prueban el aporte femenino a la tecnología. 

Margaret Hamilton

Fueron las grandes guerras las que incorporaron a las mujeres a varias actividades de la sociedad ante la falta de mano de obra varonil; sin embargo, fueron desplazadas cuando los hombres regresaron de los conflictos armados. 

La publicidad también influyó, pues cuando salieron a la venta las primeras computadoras personales el público objetivo era el varonil, mientras que la mujer aparecía pero en actividades domésticas. 

Esto llevó a que el número de mujeres en carreras tecnológicas disminuyera drásticamente y desde entonces ha existido una gran desproporción entre estudiantes hombres y mujeres en este tipo de carreras”, explicó  Laura Figueroa,  gerente de proyectos en BEDU

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Recientemente, el “boom tecnológico” de Silicon Valley motivó a que más mujeres trabajarán en la industria ante una mayor demanda por diversificar los equipos de trabajo. Pese a generar modelos optimistas de inclusión, explicó Figueroa, sería hasta el año 2100 que exista una equidad notable en el mundo tecnológico, dónde más mujeres ocupen puestos directivos. 

Esta equidad puede ser más rápida si incentiva a las mujeres a la industria tecnológica en espacios educativos, de trabajo e incluso en los hogares, agregó la ejecutiva. 

Dijo que actualmente la mayoría de las mujeres que labora en empresas tecnológicas se desempeñan en diseño de productos digitales y de servicios por sus estudios en áreas de humanidades o ciencias sociales. 

Por si fuera poco hay una falsa creencia de que las mujeres no tienen interés por las ciencias exactas cuando varios organismos y empresas como Microsoft han documentado que niñas y adolescentes tienen interés por ciencias y tecnologías hasta los 15 años, explicó.

El obstáculo es que a esa edad entran los factores de roles y estereotipos de género sobre lo que es correcto o bueno para una mujer.

A pesar de vivir en el 2022 existen estereotipos que alejan a las mujeres de carreras técnicas y las sugestionan a que elijan carreras como comunicación, psicología, diseño, educación o cualquier otra carrera que sea percibida como más fácil”, lamentó Figueroa. 

¿Hay formas de disminuir la brecha de género? 

Para Figueroa no es suficiente que la iniciativa privada promueve la inclusión femenina a la tecnología, pues falta programas federales del gobierno para impulsar esta participación en periferias de grandes ciudades o en el resto de las entidades federativas. 

Afortunadamente las empresas han creado programas de educación científica para niñas y mujeres. También capacitan a nuevas colaboradoras en estos equipos de trabajo, que es otro tema el hecho de la brecha económica, que también se debe analizar dentro de la industria”, declaró.

Para impulsar el ascenso de mujeres al interior del sector empresarial, la especialista consideró  romper los “techos de cristal” o «pisos pegajosos”, pues cuando en las estructuras de negocios únicamente hay hombres va a ser muy difícil que una mujer trascienda a otro nivel jerárquico.

Lamento que aún se tome la decisión de nombrar a un hombre para puestos importantes, simplemente por los prejuicios de que la mujer pondrá más importancia a su familia. 

No obstante, cuando las mujeres al fin rompe esos techos en la industria tecnológica y llega a ser parte de una junta directiva sucede lo contrario: las empresas empiezan a hacer más rentables; aumenta la rentabilidad de las acciones; inversionistas proyectan a la compañía con menor riesgo y hay una cultura que impulsa programas para la igualdad de oportunidades y de la diversidad de equipos.  

Del mismo modo, Figueroa opinó que desde el reclutamiento es necesario delegar responsabilidades y tareas sin considerar características físicas, pues se mantienen anuncios que piden especificaciones étnicas en los aspirantes, o que, en el caso de ser mujeres no estén casadas o embarazadas. 

Desigualdad en números 

En México, solo el 19.7% de los empleos en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas son ocupados por mujeres, informó la consultora IDC. Si bien año con año esta cifra crece en los puestos enfocados en tecnología, aún falta mucho para cerrar la brecha de género en este ámbito.

Por otra parte, en las escuelas tan solo el 3% de la población que estudia tecnología son mujeres, de acuerdo a estadísticas de la ONU: en el ámbito de matemáticas solo 5% de las estudiantes son del sexo femenino y un 8% en ingeniería.

En el sector empresarial, actualmente sólo 17% de los puestos directivos en México son ocupados por mujeres, según la plataforma LinkedIn.

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