Miguel Ángel Arellano Serrano cursa el cuarto semestre de la Ingeniería en Mecatrónica en la Universidad Panamericana de Aguascalientes, tiene 20 años y está a punto de cumplir uno de sus mayores sueños: colaborar con la NASA.
Miguel fue seleccionado para participar en el IASP “Programa Internacional de Aire y Espacio”, el cual se desarrollará en Alabama durante noviembre en las propias instalaciones de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA).
El IASP es un programa diseñado para llevar a cabo la investigación y desarrollo de tecnología aeronáutica avanzada. Se centra en la ejecución rigurosa de pruebas de vuelo altamente complejas y experimentos relacionados para respaldar todas las fases de la investigación de la NASA en esta rama.
Una infancia mirando hacia arriba
En entrevista con Líder Empresarial, el estudiante hidrocálido mencionó que su motivación a participar en este programa surgió de su pasión por la robótica y la astronomía, lo cual nació desde que era niño:
“Desde pequeño tenía una idea de hacer robots gigantes que pudieran ayudar a la humanidad en algún futuro, ya después vi que se podían integrar las dos áreas, mandando robots al espacio, eso me llamó más la atención”, dijo el estudiante.
Recordó que su papá lo llevaba a excursiones de robótica y planetarios, además de que lo inscribió en cursos online y presenciales de electrónica, robótica y astronomía, la mayoría de ellos gratuitos o de bajo costo.
De esta forma, lo que inició como un anhelo de la infancia se convirtió en una vocación profesional. Ahora, a sus 20 años, sus intereses siguen centrados en estos ámbitos y en poder desarrollar proyectos junto con la NASA o con agencias espaciales, para seguir explorando las posibilidades infinitas del espacio.
Miguel señaló que su participación en el IASP de la NASA derivó después de ver muchas noticias en las que otros jóvenes participaban en el desarrollo de iniciativas para la agencia de gobierno estadounidense:
“Fue por noticias de chavos que se iban a la NASA y que iban a esos cursos, gracias a esos programas que los aceptaban, la NASA veía en ellos un potencial y los llamaban para hacer proyectos para ellos”, indicó Miguel.
Además, anteriormente el joven formó parte del equipo UP Robotics, el cual participó en la Misión Colibrí, que consistió en una propuesta para ubicar la basura espacial y retirarla con una iniciativa a futuro.
Misión: llevar al hombre a Marte
Miguel sustentó que en el proyecto donde participa están considerando todo para que el hombre pueda viajar a Marte. Su objetivo es tener todos los datos, no sólo para que el viaje sea un éxito sino también para que en un futuro la vida sea posible en el planeta rojo.
Cabe mencionar que en el 2017, una ley de financiación de la NASA dispuso el año 2033 como fecha de lanzamiento de la primera misión habitada a Marte, lo cual está planeado después del regreso a la luna de astronautas estadounidenses en el 2024.
Como uno de los datos principales se sabe que la ida y vuelta a Marte sólo se puede hacer cuando el planeta rojo está situado en el mismo lado del Sol que la Tierra, aproximadamente cada 26 meses.
Respecto al programa del cual forma parte, Miguel mencionó que básicamente el objetivo es saber cómo trabaja un astronauta y poder aplicar ese conocimiento al proyecto. Para lo cual él y otros aceptados están en la fase de investigación, primordialmente histórica.
“Estamos checando los datos del espacio, de datos históricos porque nos es esencial conocer la historia del área espacial, también cómo se fueron incluyendo los robots, cómo hicieron pruebas para que el humano pudiera llegar al espacio sin tener que arriesgarlo demasiado”, dijo.
El estudiante añadió que, con los reportes de investigación sustentarán las bases para el proyecto que presentarán cuando vayan a Estados Unidos. “Ahorita todavía no está muy consolidado pero hemos estado investigando acerca de cómo ha sido la fase de poder meter el humano al espacio”, indicó.
Miguel argumentó que uno de sus planes a largo plazo es hacer una maestría con una especialidad en el área aeroespacial, añadiendo que en un futuro le gustaría ingresar a alguna universidad en Japón. Asimismo, se visualiza trabajando en más proyectos con la NASA o con alguna otra agencia espacial para con el tiempo poder tener su propia empresa aeroespacial.
El estudiante recalcó que su participación en el programa es de suma importancia para él, ya que en esta área desea forjar su vida profesional. Aún así, uno de los obstáculos que se le presentan es el aspecto económico.
El programa tiene un valor de 3,500 dólares y deberá estar cubierto para finales de agosto, por lo cual Miguel cuenta con una página donde todo aquel que desee apoyarlo lo puede hacer: https://www.inixar.com/proyectos/programa-nasa-iasp
«Si he visto más lejos es porque estoy sentado sobre los hombros de gigantes”, es una de las frases de Newton que inspira a Miguel, el joven de 20 años que sueña a lo grande.