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Este egresado de la UAA trabaja en Pandora y lleva 6 años rompiéndola en Silicon Valley

Desde joven adolescente, Arturo Fernández Espinosa (Ciudad de México, México) tuvo claro que su camino profesional pasaba por el ámbito tecnológico.

Su pasión por los videojuegos y dispositivos móviles, aunado al promisorio campo laboral que se visualizaba en la primera década de los 2000, motivaron su decisión de estudiar la carrera en Ingeniería en Sistemas Computacionales en la Universidad Autónoma de Aguascalientes

Pero su ambición no se limitó a alcanzar un título de ingeniero. Aspiraba a un mayor grado de especialización, por lo que tras graduarse, valoró hacer una maestría en el  Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (CINVESTAV) del Instituto Politécnico Nacional o en el Centro de Investigación en Matemática (CIMAT). 

Siempre tuve la ilusión de estudiar una maestría; siempre he tenido un gran aprecio por la educación pública en México, creo que es uno de los grandes privilegios que tenemos”, dice a Líder Empresarial.

Sin embargo, tras ser aceptado en ambas instituciones, emergió una oportunidad única: estudiar una maestría en Ciencias Computacionales en la universidad de Ontario Tech, en Canadá. Dejó su trabajo en el INEGI y en la Universidad Autónoma de Aguascalientes y se embarcó hacia el país de la hoja de maple. 

«Me dije a mí mismo ‘hay que arriesgarnos’. Si quieres salir de México, dominar el inglés es fundamental, por lo que fue una excelente oportunidad«, refiere. 

Completó su maestría en dos años, y al obtener el título, continuó su carrera profesional en Canadá, trabajando en el Gobierno de la provincia de Ontario como desarrollador web. Combino esta ocupación con otro trabajo en la Universidad de Toronto, como instructor de Desarrollo móvil para dispositivos iOS. 

«Posteriormente me fui a Conrad Group, también dedicándome al desarrollo de aplicaciones para iOS, para   McDonalds y otras compañías«, menciona. Después migró a una startup cuya idea era proveer recompensas a los usuarios a través de estilos de vida sanos que prioricen el ahorro de energía. 

En 2014, tras casi  un lustro en Canadá, Arturo Fernández recibió la llamada de Silicon Valley: el consorcio tecnológico IAC, mejor conocido por ser el líder en apps de citas (como Tinder, por ejemplo), le llamó para ofrecerle un trabajo en dictionary.com. 

Me invitaron a California a desarrollar la aplicación para iOS y dije que sí, vamos a tomar la oportunidad. Así fue como llegué a Estados Unidos en 2014. Me di cuenta que era un conglomerado grandísimo, uno de los gigantes tecnológicos”, recuerda el oriundo de la CDMX. 

Si bien él ya dominaba el inglés tras un paso de más de cuatro años en Canadá, Arturo reconoce que la barrera del idioma es uno de los principales desafíos para adaptarse a la nueva cultura que exige la meca de la tecnología. 

«La primera barrera para nosotros es el idioma, el poder comunicarte con tus compañeros y la gente, saber expresarte de la mejor manera; dominar los tecnicismos y modismos del campo en que te desenvuelves”, se sincera.

Otro aspecto que llamó la atención a Arturo es la falta de inclusión de minorías en puestos directivos en Silicon Valley. Desde hace años, organizaciones han advertido la disparidad existente en las empresas tecnológicas de California, dominada preponderantemente por caucásicos, limitando las oportunidades de crecimiento de los asiáticos y afroamericanos. 

A pesar de que es una industria diversa, no ves a mucha gente latina en puestos directivos. No observas a mucha gente de tu cultura o de tu país; esto dificulta esa afinidad en la asesoría, en el coaching que recibes. Sin embargo, poco a poco ha ido cambiando esta situación”. 

Arturo duró tres años en dictionary.com. En ese lapso se dio cuenta de lo monstruoso que es Silicon Valley y la incesante demanda de perfiles tecnológicos para laborar en innumerables empresas ubicadas en el famoso polo de la innovación. 

Hay muchísimo trabajo, gente con muchas ideas y capital para invertir, gente que quiere hacer cosas nuevas, pero el problema es que son puras ideas, pero no hay quien las ejecute”, explica. 

El egresado de la Benemérita Autónoma de Aguascalientes  sintió que su etapa en IAC había llegado a su fin. A la par, recibió ofertas de Apple, Facebook, Youtube, Samsung, entre otros gigantes. Sin embargo, decidió aceptar la invitación de Pandora, el gigante de música en streaming, por encima de otros trasatlánticos como Spotify.

Siempre me ha encantado la música y su poder para tocar emociones. A mí la música me ha salvado la vida, muchas veces estás de mal humor o atravesando un momento muy duro en tu vida, y una canción puede cambiar tus emociones por completo. Era muy significativo para mí poder contribuir en un producto que ayudará a la gente hasta cierto punto”.

Las ofertas económicas de otras plataformas pudieron ser más holgadas, pero Arturo señala que otro elemento que jugó a favor de su apuesta por Pandora es la diversidad que halló en la firma tecnológica: tuvo la oportunidad de conocer a varios compañeros provenientes principalmente de la UNAM.

Había muchísima gente de otros países, noté que sí había una diversidad muy importante. Fue lo que me inclinó a tomar mi decisión de unirme a Pandora…A veces lo financiero no es lo más importante”, expresa. Desde enero de 2017, Arturo se desempeña como ingeniero en la plataforma de iOS en la plataforma musical, que aglutina más de 60 millones de usuarios mensuales únicamente en Estados Unidos

«Somos una de las pocas compañías que produce más de mil millones de dólares al año en puros anuncios, entonces al llegar aquí me apasionó la escala enorme en la que trabajamos. Te percatas que tu trabajo tiene que ser muy cuidadoso, porque estás consciente de que cualquier error impactará en millones de usuarios y a la empresa puedes provocarle una pérdida financiera grandísima«, detalla Fernández Espinosa. 

Con una experiencia de más de seis años en Silicon Valley, Arturo sabe que las profesiones tecnológicas agudizarán su dominio sobre el mercado laboral. Un estudio de LinkedIn enlistó los trabajos emergentes en México: especialistas en DevOps, Full Stack, Computación en la Nube, en Software, etcétera. 

Pese a la clara inclinación del mercado laboral hacia estos campos del conocimiento, Fernández Espinosa señala que otra cosa que ha aprendido es que para poder ocupar puestos relacionados con estas áreas, no es indispensable tener una carrera o un grado para tener oportunidades profesionales en alguna compañía grande. 

Pone ejemplo el siguiente caso: una persona puede no tener un título en Ingeniería de Software, pero tiene un proyecto exitoso en alguna plataforma digital, en Android o iOS. Una compañía tecnológica podrá valorar más su pericia y experiencia en este campo, sin darle tanta importancia a la formación académica.

Obviamente una carrera te da ventaja, pero no es fundamental tener un grado. Tengo compañeros que estudiaron Ciencias Políticas, Literatura, que no tuvieron ninguna educación tecnológica, y eventualmente se certificaron en estas academias en línea y se han colocado en muy buenos puestos de trabajo”, concluye. 

Con sede en Aguascalientes y presencia en todo América Latina, la plataforma de educación Code U, en colaboración con Qwasar, ofrece masters especializados en las áreas tecnológicas más demandadas en la actualidad.

Las cursos que ofrece Code U son en las siguientes especialidades:

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