El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania ha ocasionado un aumento en el costo de producción de las gasolinas y el diésel, los combustibles más utilizados en México, reveló el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Para amortiguar el impacto de este incremento en el bolsillo de los consumidores, el gobierno federal dejó de cobrar el Impuesto Especial a la Producción y Servicios (IEPS) a estos combustibles y otorgó un estímulo complementario al mismo; sin embargo, esta medida puede traer consecuencias para la salud de las finanzas públicas del país, señaló el IMCO.
Aunque el gobierno recibirá ingresos adicionales por el alza en el precio del petróleo, al mismo tiempo buscará contener el alza en el precio de los combustibles mediante subsidios fiscales como a la gasolina.
Para calcular el saldo neto de estas decisiones de política fiscal, el IMCO contrastó los costos de la política de estímulos fiscales con los ingresos petroleros excedentes en el estudio “El precio del petróleo en las finanzas públicas”.
Con base a fuentes públicas de información y estimaciones que toman en cuenta la volatilidad de los precios del petróleo, se construyeron tres escenarios en los que el precio de la mezcla mexicana de petróleo crudo de exportación (MME) tendría un comportamiento lineal que llegaría a fines de diciembre de 2022 con promedios anuales de 70 (bajo), 90 (medio) y 110 (alto) dólares por barril.
Escenario Bajo
En este escenario la hacienda pública perdería 119.9 mil millones de pesos (mdp). Para dimensionar el impacto, el monto es similar al presupuesto que tiene la Secretaría de la Defensa Nacional para 2022 –poco más de 104 mil mdp-.
Escenario Medio
El gobierno mexicano tendría una pérdida fiscal de 234.7 mil mdp de pesos en el escenario medio.
Escenario Alto
En un escenario alto el gobierno mexicano perdería 263.1 mil mdp. Esta cantidad es equiparable al presupuesto de las pensiones para personas adultas mayores que cuenta con 226.5 mil mdp.
Además de los recursos que no recaudará el gobierno federal, indicó el IMCO, también habrá un costo por los estímulos fiscales complementarios que pueden acreditarse contra otros impuestos; en particular contra el ISR y el IVA.
Por su propio diseño, el estímulo complementario solo se dará cuando el estímulo fiscal llegue a su techo de 100%. Es decir, cuando la mezcla mexicana se encuentre por arriba de:
- 90.9 dólares, se dará estímulo complementario a gasolina Magna
- 113 dólares, para gasolina Premium
- 100 dólares, para el diésel
El costo del estímulo complementario en el escenario bajo tendría un costo de 4.4 mil mdp para la hacienda pública. En el escenario medio el costo sería de 42.9 mil mdp, mientras que el último escenario la pérdida fiscal sería de 189.6 mil mdp.
Como resultado de las presiones al precio del petróleo en la coyuntura actual, la hacienda pública del país podría perder entre 119 mil y 205 mil millones de pesos. Igualmente, la recaudación del IEPS disminuirá por los estímulos ordinarios y complementarios que tienen por objeto mantener relativamente estable el precio final de los combustibles, concluyó el IMCO.