Determinar el nivel de bienestar de una sociedad a partir únicamente de valores económicos, como podría ser la disponibilidad de bienes y servicios, podría incurrir en ofrecer un panorama incompleto sobre el nivel de satisfacción en la vida de las personas.
Para ahondar en una visión más clara sobre el progreso de la sociedad, y calibrar la calidad y experiencia de vida de los individuos, el INEGI ha venido desarrollando los estudios de bienestar autorreportado (BIARE), una herramienta que posibilita determinar el bienestar subjetivo de los individuos y promovido por la OCDE.
Gerardo Leyva Parra, director general adjunto de Investigación del INEGI, menciona que este instrumento (el Biare) permite indagar “qué tan satisfactoria es la vida de las personas y cómo se establece el balance entre emociones positivas y negativas, acudiendo directamente con ellas a preguntarles, obteniendo información que generalmente se pierde fácilmente con los datos estadísticos y que no permite adentrarse en los sujetos.
Este método incide en cuestiones más personales de las personas, como por ejemplo, su nivel de optimismo, si se considera con la libertad para decidir sobre su propia vida; su interés por aprender cosas nuevas, si cree que tiene un propósito en la vida; si está abrumado por obligaciones que deba cumplir; sobre su nivel de vida afectiva, su salud, su tiempo de ocio; su percepción de la seguridad ciudadana.
En promedio, el mexicano está moderadamente satisfecho con su vida.
De acuerdo a la información del INEGI, el promedio de satisfacción con la vida de un mexicano adulto es de ocho en una escala de cero a diez, inscribiéndose en el dominio de moderadamente satisfecho (7-8). Los demás dominios de satisfacción son Insatisfecho (0-4), Poco Satisfecho (5-6) y Satisfecho (9-10)
En cuanto a sexo, los hombres tienen una satisfacción ligeramente mayor al de las mujeres, con un valor de 8 contra 7.9 respectivamente.
Uno de los resultados del BIARE manifiesta que las personas jóvenes gozan de un bienestar subjetivo más grande respecto a las personas mayores: el índice entre los mexicanos de 18 a 29 años alcanza el 8.2, valor que va descendiendo conforme va avanzando de edad, para alcanzar un mínimo de 7.5 entre los que cuentan con 75 años o más.
Sobre este último conclusión, Gerardo Leyva indicó que México presenta una anomalía en relación a otros países, pues en estos últimos el índice de bienestar tiene una relación en forma de U, en el que el punto más bajo se da a una edad madura -como a los 50 años, por ejemplo- para después repuntar; mientras que en el caso de nuestro país, es al contrario, pues entre más viejo se hace uno, encuentra mayor dificultad para encontrar satisfacción.
Nivel de ingresos, factor influyente en la satisfacción de vida
Otro de los puntos a los que llegó el BIARE fue la asociación positiva entre el nivel de ingreso y el bienestar subjetivo: aquellos que obtenían mayores retribuciones fijaron su índice promedio en 8.6, a comparación de los de menor ingreso, que se situó en 7.4.
Una tendencia similar aunque menos acentuada se manifestó en el balance afectivo: el la gente de mayores ingresos el decil promedio registró 8.7 en emociones positivas y 2.3 en negativas, mientras que en el de menores ingresos se registró un 8.2 en las emociones positivas por un 2.9 en las negativas0
Adicciones y amenazas físicas, resienten la sensación de bienestar
Aquellos hogares en los que se reportaron integrantes con adicciones, tienen niveles de satisfacción por debajo del promedio nacional: 7.6 en el caso del tabaquismo, 7.1 en el alcoholismo, 6.6 con relación a alguna droga.
Las personas que se sienten vulnerables o son objeto de algún tipo de agresión física o amenaza tienen un índice de bienestar subjetivo de 7.2
Otra discrepancia se presentó en las personas que no hablan español: el índice de bienestar para aquellos que se comunican en una lengua indígena es del 6.6, mientras que los que se relacionan en una lengua extranjera es del 7.5.
Otro de los resultados que arrojó el estudio fue el mayor índice de bienestar que experimenta una persona con acceso a redes sociales (8.3) respecto a aquellos que no cuentan con los medios tecnológicos (7.8); también, las personas que están en contacto telefónico o vía mensajes de texto presentan un indicador de satisfacción más alto en contraste con los que no en ninguna de las dos posibilidades.
Las conclusiones a las que llegó el BIARE muestran concordancia con el estudio World Happiness Report, publicación que mide la felicidad de 156 países, ubicando a México en la posición número 25.