Por María José Valdez Martínez
Co-fundadora 02X y Venture Studio Mexico
“Una fruta podrida basta para echar a perder todas las demás.”
“¿Yo por qué? Que lo haga otro.”, “Planear no funciona.”, “No necesito ayuda”. La negatividad intoxica a una empresa y se convierte en una enfermedad para ella, lo cual le genera grandes pérdidas de productividad.
Es muy común que en las organizaciones siempre exista una persona con una mala actitud; pero se suele dejar pasar porque ya tiene antigüedad, cumple bien con su trabajo, no se quiere pagar una liquidación, da más flojera encontrar a un reemplazo que dejar a ese colaborador, entre muchas otras excusas.
Lamentablemente, quienes intoxican una empresa suelen tener un perfil de liderazgo, por lo que es bastante común que, de forma muy rápida, contagien su forma de pensar y actuar a otros, volviendo el ambiente laboral más tenso y afectando directamente el desempeño de la firma.
¿Está mi negocio intoxicado? Analiza si cuentas con alguno de los síntomas que Emilio Pineda, autor del libro Las 20 claves de la empresa armoniosa, identifica: bajar tu productividad y ventas en más de un 25 por ciento; no generar acuerdos de manera eficiente entre los diferentes departamentos; la comunicación informal tiene mayor credibilidad que la institucional; existen muchos accidentes, ausentismos, rotación y enfermedades.
¿Cómo detectar a la o a las personas que intoxican a mi organización?
- El indicado para identificar estas conductas es un gerente o director; sin embargo, es más difícil, ya que una persona tóxica normalmente es audaz e inteligente en el trato con el supervisor y logra convertirse en víctima en cualquier situación.
- No es en todos los casos, pero es muy común que esta conducta la adopten quienes tienen muchos años trabajando en la organización. Muchas veces contagian de negatividad a los empleados que recién ingresan y que tienen actitud positiva y poca resistencia al cambio, con lo cual cierran esa corta ventana de tiempo que se debe gozar de nuevas opiniones sin ceguera de taller.
- Es la primera en decir NO a cualquier nueva indicación. Posteriormente, de manera individual, convence a otros de que lo propuesto no es una buena idea.
- Buscan el chisme, la intriga; no siguen las normas; agrandan conflictos y crean caos.
- Suelen estar de mal humor continuamente sin razón alguna.
- No reconocen sus errores y tampoco reconocen éxitos de los compañeros.
Las conductas tóxicas, aunque no seas tú quien las tenga, roban energía y afectan autoestimas. Recuerda que la energía negativa se contagia mucho más rápido que la positiva, por lo cual debes rodearte de la mayor gente positiva que puedas.
¿Cómo lo soluciono?
- Para dejar de tener estas conductas, las personas deben trabajar en aceptarse a sí mismas.
- Si quieres un cambio inmediato, puedes liberarte de esos colaboradores a pesar de que parezca un gasto grande. Créeme, el ahorro será mayor a largo plazo.
- No ignores la situación.
- Tienes que estar en contacto con todos los empleados para saber cómo se sienten. También debes tener un departamento de recursos humanos siempre alerta.
- Realiza actividades de integración.
- Al momento de contratar, busca individuos con perfiles positivos.
Debes mantener sana a tu empresa no sólo financieramente, sino también emocionalmente para que la productividad esté en constante crecimiento. Tu firma es un organismo vivo que necesita estar limpio de cualquier enfermedad para que funcione de manera correcta. ¡No dejes pasar esa toxina que se propaga rápidamente!