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Espacios que detonan sensaciones

Luis Felipe González no creó una empresa, pero revolucionó la de su padre, quien hace poco más de 30 años montó un taller de carpintería en la cochera de su casa, que se convertiría después en un negocio formal. En aquellos años, se hizo carpintería tradicional y muebles clásicos, nada fuera de lo común. Pero, las cosas comenzaron a cambiar cuando su hijo tuvo que hacerse cargo de Diseño Local en 2009.

Antes de que eso sucediera, Luis vivió un par de años en Dinamarca. Fue ahí donde observó una de las cosas que le ayudarían a evolucionar la empresa de su padre: el uso de maquinaria de alta tecnología en los oficios. Su profesión de arquitecto, además de su conocimiento en carpintería, le ayudó a pensar más allá del mueble. Para él, los objetos tenían que convivir con el espacio e interactuar con el usuario.

Fue así como mezcló el saber del oficio con los elementos del diseño, lo cual le dio como resultado toda una filosofía para la empresa: tomar el mueble como personaje principal y de ahí crear un concepto, construir un espacio que tuviera armonía con él.

“Si tu vienes a esta empresa y buscas hacer un mueble, te lo hacemos. Pero la experiencia de venta que queremos es generar un espacio distinto al que tenías. Buscamos que los muebles dinamiten sensaciones espaciales, ya sea una cocina, closet, silla, mesa o partir de eso generar el concepto de una tienda, un restaurante o un bar”.

Poco a poco, la empresa fue evolucionando. Comenzaron con pocas herramientas y máquinas hasta hacerse de un buen equipo que les ha permitido realizar varios proyectos, entre ellos tres de los más representativos, dos en el Distrito Federal y uno en Aguascalientes.

Restaurante ToriTori. Colonia Roma, Distrito Federal

En este proyecto se trabajó con un arquitecto y un estudio de diseño, independientes a Diseño Local. La idea era generar la textura de un nido con tiras de madera entrelazadas o tejidas. La estructura se diseñó con un programa especial que genera objetos en tercera dimensión. Cuando se tuvo listo el diseño, los carpinteros de oficio se encargaron de tejer las tiras y montar la estructura.

Palacio de Hierro. Interlomas, Distrito Federal

Cada sala de la tienda departamental se asignó a un despacho de diseño. En este caso, Diseño Local trabajó con una empresa de diseño industrial y arquitectura. Se les asignó el área de Damas Sport. El reto fue tapar una columna de 30 metros que estaba casi a la mitad del espacio. Para ello diseñaron un árbol cuyas ramas se dispersarían a lo largo de la sala. Utilizaron triplay de fresno, encino y nogal. Las tiras las unieron sin usar clavos ni pegamento, sino cinchos de plástico.

Key Depot. Aguascalientes.

En este caso, el cliente necesitaba exponer de manera distinta las llaves. En lugar de mostrar miles, decidieron exhibir sólo unas cuantas. Se diseñó un exhibidor con perforaciones de varios tamaños y un patrón. Conforme se acercan al piso o a la vista del cliente, las aperturas son más grandes o pequeñas.

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