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Escuelas de arte: Custodias de nuestro legado cultural

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Más allá de los aspectos estéticos, el arte ha sido un medio para comunicar, expresar, denunciar, así como representar intereses, realidades sociales o ideas. 

El arte y la cultura juegan un papel importante en la construcción de la identidad individual y en la conformación del tejido social. La institucionalización de las prácticas artísticas las ha consolidado como un factor necesario para la formación integral; en este sentido, su importancia puede observarse desde la creación del departamento de Bellas Artes, en la transformación de Ministerio a Secretaría de Educación Pública (SEP), en 1921.

Este aspecto ha evolucionado con el tiempo. Además de las instituciones profesionalizadoras de artistas, existen diversos actores que abonan al crecimiento de la cultura en el país. Las políticas públicas y los organismos gubernamentales también propician los medios para llevar a cabo su estudio y su práctica. 

Al día de hoy, podemos encontrar instituciones públicas, universidades y academias que se dedican a la formación en danza, pintura, música, teatro, entre otras —ya sea de iniciación o de manera profesional—. 

El valor del arte

Además de su aportación intrínseca, el arte y la cultura cuentan con una delimitación económica y funcional. Según el último reporte de la “Cuenta Satélite de la Cultura de México (2020)” del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), las actividades económicas del sector cultural generaron un millón 220 mil 816 puestos de trabajo —lo que representa el 3% del total nacional—. Respecto al 2019, esta cifra indica una baja del 12.14%. 

En cuanto al PIB, en 2020, el sector cultural aportó 640 mil 687 millones de pesos, lo cual representa una participación del 2.9% con respecto al PIB nacional. La pandemia impactó fuertemente al aspecto cultural y artístico, pues las áreas que tuvieron una baja anual más marcada fueron: 

En el panorama educativo, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) indica que, de manera profesional, en las licenciaturas de artes hay alrededor de 48 mil egresados de música, artes escénicas y derivados. De estos, el 67% son hombres y el 33% mujeres. A nivel nacional, estas licenciaturas tienen un 96.5% de tasa de ocupación; sin embargo, tienen un 41.5% en tasa de informalidad. 

A nivel nacional, 114 universidades ofertan estas carreras. Actualmente hay catorce mil 062 personas profesionalizándose en disciplinas artísticas. Las salidas laborales más comunes para los egresados son la docencia y en espacios/servicios culturales. Según el Observatorio Laboral (OLA), los profesionistas ocupados se encuentran dispersos de la siguiente manera: 

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Difusión del legado estético

En muchos países, la actividad artística y cultural suele centralizarse en las grandes ciudades; México no es la excepción. A pesar de contar con centros de renombre dispersos en distintas latitudes (CEDARTS), así como Casas de Cultura estatales y municipales, la mayoría de los proyectos siguen concentrándose en los mismos espacios. Dadas estas condiciones, conocer las propuestas que surgen fuera de este círculo resulta no sólo necesario, sino urgente. 

Los espacios y los artistas independientes sufrieron severamente durante el momento más difícil de la pandemia. Al establecerse las restricciones en torno a los eventos culturales (ferias de libro, conciertos o espectáculos), miles de proyectos tuvieron que ser suspendidos o re-agendados una y otra vez.

Para paliar este escenario, la Secretaría de Cultura y diversas instituciones estatales brindaron programas de emergencia. Los medios digitales también se convirtieron en aliados para la proveeduría de contenido artístico durante el periodo más duro de la contingencia. No obstante, no fue sino hasta 2021 que la apertura escalonada de actividades permitió retomar proyectos y reabrir academias. 

Panorama artístico y cultural del Bajío-Occidente

La región del Bajío-Occidente en materia artística ha destacado por sus propuestas, su gestión y su amplio mercado. No podemos dejar de lado que estas condiciones se dan en una de las regiones más prósperas en materia económica e industrial de los últimos años.

Uno de los eventos que ha intentado reivindicar y resignificar la producción artística en el Bajío es el Trámite Buró de Coleccionistas, una feria que se propuso repensar a esta región como territorio de vanguardia estética.  

La plataforma busca vincular diversos proyectos dedicados a la producción, difusión, exhibición y comercialización del arte contemporáneo creado en los estados participantes: Aguascalientes, Guanajuato, Jalisco y Querétaro. 

A su vez, la variedad de eventos y festivales que existen en la región es vasta. Algunos de los más destacados son: Festival Internacional Cervantino (FIC) y Festival Internacional de Cine Guanajuato (GIFF), en Guanajuato; la Feria Nacional de San Marcos y el Festival de Música de Cámara, en Aguascalientes; el Festival Cultural Zacatecas y el Festival Zacatecas del Folclor Internacional, en Zacatecas; el Festival de la Cantera, el Festival Internacional de Danza Contemporánea y  la FENAPO en San Luis Potosí; el Hay Festival Querétaro y el Festival Cultural Santiago de Querétaro, en esta entidad; y más. 

En materia artística, el Bajío-Occidente cuenta con grandes centros culturales, escuelas y espacios independientes que promueven la creación y su difusión. En estados como Zacatecas y Guanajuato, la cultura y el arte se han abanderado como los principios que rigen parte de su desarrollo social, al brindar espacios y oportunidades para su desenvolvimiento con actividades y eventos de talla nacional e internacional. A continuación se hace un recuento de las instituciones de arte más importantes de cada entidad de la región:  

Aguascalientes

Guanajuato

San Luis Potosí

Querétaro

Zacatecas 

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