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Escenarios 3 de agosto: La “chiquillada” en 2021

El 11 de junio del año 2000, Porfirio Muñoz Ledo, candidato del Partido Auténtico de la Revolución Democrática (PARM) a la presidencia de la República anunció en un mitin su renuncia a la candidatura y su simpatía hacia quien posteriormente resultaría el candidato vencedor en esa contienda: Vicente Fox Quesada.

Con este gesto, Muñoz Ledo parecía dar el último palazo en la tumba de ese partido, considerado un partido satélite del PRI por casi medio siglo, partido que sirvió al priismo, sobre todo, para lavarse la cara ante la opinión pública internacional para legitimar elecciones en tiempos del autoritarismo priista.

El camino fue bien aprendido por muchos actores políticos que hoy brincan de cama en cama en busca de la mejor opción para mantener algunas canonjías. Aguascalientes no es la excepción. Para este 2021 podría haber en la boleta local 15 partidos políticos. ¿Cuántos de esos partidos tienen opciones reales de competir y cuántos de esos partidos estarán o están ya negociando posiciones?

Las matemáticas son frías. De los partidos que aparecerán en la boleta, con base en los resultados electorales de 2019, tenemos que, opciones reales, solamente podrían tener dos partidos políticos: el PAN y MORENA.

La ausencia de fuerza opositora, ha provocado una polarización ni si quiera entre estos dos partidos, sino realmente al interior del PAN en la entidad. Según datos arrojados por la encuestadora Consulta Mitofsky la aprobación del presidente Andrés Manuel López Obrador en Aguascalientes es la segunda peor en el país, sólo por debajo de Guanajuato. Únicamente 3 de cada 10 hidrocálidos estarían avalando la gestión del presidente. Tendría que dar un vuelco la aprobación presidencial en la entidad para que MORENA pueda ser competitivo de nuevo.

El PRI, lejos de ser el partido crítico, como se mostró desde la oposición cuando Felipe González González logró la gubernatura en el lejano 1998, se ha desdibujado tan ridículamente que ahora vemos a los priistas experimentados formados a las puertas de palacio municipal esperando un puesto aunque sea de segundo o tercer nivel.

Las alianzas con un ala del PRI y el PAN en el municipio han llegado a tal nivel de que se habla ya de una posible gestión directa de la ex alcaldesa Lorena Martínez con la cúpula del PRI en situaciones puntuales para Aguascalientes a favor de grupos específicos en el PAN.

Igualmente, vemos a otra ala del PRI tratando de escalar posiciones en MORENA esperanzados en la relación de amistosa que existe entre el ex Gobernador Carlos Lozano y Ricardo Monreal, senador de la República que mal manda en MORENA en Aguascalientes.

Los resultados son contundentes: el PRI logró apenas 14 mil 146 votos en la alcaldía de la capital en 2019, alcanzando apenas la cuarta posición, quedando incluso por debajo del PRD.

El PRD, partido que logró 17 mil 514 votos en la elección anterior, parece estar conforme con su alianza a veces formal y a veces de facto con el PAN. Lo que queda del partido de la familia Ortega en la entidad, se ha conformado con puestos que por tradición los panistas desdeñan porque parecen no entender para qué sirven: los culturales.

Mientras que en Jalisco, Nuevo León, Colima y otras entidades la agenda progresista de Movimiento Ciudadano parece estar ganando adeptos, en Aguascalientes este partido está perdido en disputas internas y en mala selección de candidatos. Su ex presidente, Vicente Pérez, decidió comprar su propia franquicia electoral, con magros resultados visibles, pero con buenos dividendos específicos para él, acabando de despintar a los naranjas en la entidad.

Este partido está hundido en la entidad sin lograr ni siquiera el mínimo de votos para mantener sus prerrogativas. De tal grado es la crisis de MC que el Partido Libre de Aguascalientes (PLA) de Vicente Pérez lo superó, por poco, pero lo superó en votos en la contienda del año anterior.

Si un político en la entidad podría ser un caso de estudio de tésis de política práctica en cualquier universidad es Sergio Augusto López Ramírez, dueño plenipotenciario del Partido Verde Ecologista de México en la entidad.

Haciendo pactos a diestra y siniestra, López Ramírez ha logrado mantener prerrogativas y canonjías. Su último acuerdo fue lograr su permanencia en el Congreso local y la alcaldía de Rincón de Romos, que este partido con ayuda de un ala del PAN le habría arrebatado a Fernando Herrera en una de las múltiples disputas internas que libra el panismo local.

Un partido que ni siquiera merece atención es Unidos Podemos Más.

Nueva Alianza, el partido de la ex poderosa líder magisterial, Elba Esther Gordillo, parece estar condenado a la extinción en la entidad, con otros dos partidos de corte magisterial que entrarán en disputa en el año 2021.

Salvo que otra suceda, pues, estos partidos están condenados a ser satélites de los múltiples grupos del PAN, condenados a negociar poco y a obtener algo de esas negociaciones con quienes mandan al interior del blanquiazul.

Cajón de sastre

Como caballo desbocado. Así arrancó Manuel Cortina su carrera a la alcaldía de Aguascalientes. Cortina pretende mostrarse como conciliador entre los grupos siendo una de sus primeras fotografías una sonriente con la alcaldesa Tere Jiménez, siendo Cortina desde este mes alfil del Gobernador Orozco en la subsecretaría de gobierno. Mucha presencia y poca estrategia se ve de fuera en este buen perfil del PAN a la alcaldía de la capital.

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