Icono del sitio Líder Empresarial

Escalar: Adaptarse a las circunstancias para no morir

La filosofía detrás de los negocios puede vincularse con la esencia de algunas actividades extremas. Estrategia, balance de riesgos, trabajo colaborativo y otros temas son similares en ambos campos. La escalada es una de las prácticas deportivas que más se asemejan al día a día de un empresario, no sólo por ser digna de los amantes del peligro, sino también por la capacidad de adaptación que conlleva. 

En su origen, era considerada solamente como una rama del montañismo (que también comprende variantes como el senderismo y el alpinismo); pero al día de hoy, ya es catalogada como un deporte de alto rendimiento, que cuenta incluso con competencias oficiales y campeonatos mundiales. 

Jorge Berni Medina es un ejemplo del “binomio” compuesto por la vida empresarial y la escalada. Desde niño le apasionó “trepar” por las montañas, eso no le impidió ser propietario de dos empresas, una del sector energético y otra de desarrollo de tecnología, con las cuales lleva ya más de 30 años. Por diferentes que parecieran, ambas partes de su vida han tenido mucho que ver en su desarrollo como persona y profesionista: 

“Las mejores ideas o proyectos que he llegado a pensar han aparecido en medio de la escalada. Es un estado de apertura tremendo, en el que tu mente atraviesa por un lapso más endorfínico que adrenalínico. Un estado de éxtasis casi místico”, explica. 

Para Berni, el montañismo desarrolla y comparte hábitos con el mundo de los negocios, tales como salir de la zona de confort, adaptarse a circunstancias adversas y la capacidad para ver un mundo más abierto: “Te permite diseñar procesos, imaginar y crear disruptivamente. Te das cuenta de que no sólo eres tú, sino también los alrededores que te dicen cosas para adaptarte a ver lo que sigue”

Y es que al escalar, los seres humanos cambian drásticamente su forma de asimilar el entorno. “Es como estar en otra dimensión”, dice, ya que además de pensar verticalmente, uno es consciente de que el margen de error es mínimo al momento de ejercer cualquier movimiento por insignificante que parezca. 

“La situación y el entorno te dominan. Aquí se requiere mucho poder personal para no meterte a rutas que excedan tus posibilidades. Libera tu instinto animal y desarrolla una capacidad adaptativa. Convives con la naturaleza en todo su auge”

La vida en juego 

No es nada fácil encontrar la fórmula para disfrutar de una actividad que pone la vida en riesgo. Es por ello que Berni resalta la importancia que tiene la preparación previa para que, más que un martirio, resulte un deporte placentero: “Se requiere de mucha práctica no sólo para escalar, sino también para caer. Hay mucha estrategia e ingeniería de por medio, que uno desarrolla a través de constante entrenamiento”

Conocer el equipo es también una parte esencial. Menciona que el no tener pleno conocimiento sobre él, puede implicar un riesgo fatal; pero también lo describe como contar con una extensión del cuerpo, ya que funge como apoyo: 

“Hay que dominar el equipo como si fuera parte de nuestro cuerpo. Desde el tipo de cuerda que utilizamos, su tamaño y resistencia, hasta nuestro arnés, piolet y los crampones. Se requiere de mucha precisión y concentración. Incluso un nudo mal hecho puede hacernos perder la vida”

Camaradería, el mayor aliciente 

Escalar puede provocar miedo e inseguridad; sin embargo, Berni precisa que el ambiente de camaradería que se propicia al subir una montaña hace que ese temor se vuelva el motivante de todo un grupo de personas que comparten el mismo reto: 

“Es un deporte de grupo; entre todos debemos de cuidarnos para no morir. Hay un valor muy fuerte en la amistad que te une en el antes y después de haber escalado con alguien. Ambos están poniendo la vida del otro en juego, por lo que se vuelve toda una actividad de confianza”

Subraya que los valores de esta práctica deportiva son fundamentales para volverse mejor humano y profesionista. La amistad y camaradería que implica el escenario, así como los retos superados y la imperdible capacidad de asombro, son sólo algunos de los acontecimientos más importantes que se viven en las alturas: 

“Te vuelves una persona distinta. La experiencia de vida te cambia en todos los sentidos. Te das cuenta de lo que es posible hacer y de que todo está en tu mente […] La vida es una escalada, con sus diferentes grados de complejidad. Le entras al que quieras. La ruta está marcada…”. 

Salir de la versión móvil