Luego de los contingentes que se suscitaron en el país desde el 19 de septiembre se realizó una jornada de rescate muy intensa para salvar las mayores vidas posibles.
Ya el mundo se dio cuenta de la fuerza de los lazos de fraternidad y solidaridad del pueblo mexicano para apoyar a sus connacionales. El país contó con la ayuda de distintos países quienes enviaron brigadistas y apoyos para los damnificados.
Y aunque las labores de ubicación y rescate continúan, también ha llegado la hora de pensar en la reconstrucción del país. México debe pensar en sí mismo para solucionar esta situación, pues el priorizar los servicios mexicanos para la edificación traerá beneficios para la economía y sobre todo para la población más afectada.
El Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC) realizó un estudio para conocer el beneficio de la implementación de una estrategia de reconstrucción que privilegie lo Hecho en México.
Según los datos, dicha práctica implicaría un incremento de hasta 17 mil millones de pesos en el Producto Interno Bruto (PIB) y la creación de 24 mil empleos formales, por cada 10 mil millones de pesos invertidos.
Es decir que si se destinaran 40 mil millones de pesos de inversión pública en cadenas de valor nacionales, el impacto al PIB sería de aproximadamente 68 mil millones de pesos con una generación de 96 mil empleos formales.
«Una estrategia apoyada en contenido nacional sería la mejor forma de crear empleo y generar crecimiento en un momento de emergencia causada por los desastres naturales», menciona el presidente del IDIC, Raúl Gutiérrez Muguerza