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¿Es el agroturismo una verdadera oportunidad?

Ir a la playa y estar en un edificio de concreto terminó por cansar a los turistas que intentaban alejarse del asfalto y las ciudades. Según un investigador de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), este fue el preámbulo para que nacieran varios tipos de turismo, entre ellos el que está relacionado con la agroindustria.

En su entorno cotidiano, las personas están alejadas de la naturaleza. Por eso, buscan opciones que los acerquen a ella en sus temporadas de descanso; quieren vivir experiencias poco convencionales, menciona Ismael Rodríguez Herrera, profesor e investigador del Departamento de Turismo de la UAA.

En los años 80, estas preferencias se conocieron como turismo alternativo y se podían distinguir en tres grandes divisiones: ecoturismo, turismo de aventura y turismo rural. De acuerdo con Rodríguez Herrera, el primero tiene que ver con la conservación, aprecio y observación de especies en peligro de extinción o aquellas que no lo están; el segundo vende el riesgo de estar en la naturaleza y el tercero ofrece experiencias en entornos campiranos.

¿Cuáles son las diferencias entre turismo rural y agroturismo?

A diferencia del turismo rural, en el cual solo se contempla la forma de vida en el campo, el agroturismo requiere una participación directa en los procesos de producción. Por ejemplo, si se visita un rancho donde se hacen quesos, se podrá ordeñar a la vaca, hervir la leche y colaborar en cada etapa hasta obtener el producto final. Si se visita un lugar donde se produce lana, se verá cómo se crían las ovejas y se ayudará a trasquilar o hilar el material.

Actualmente, muchas personas quieren saber cómo se hacen las cosas que en la ciudad están a la mano y se compran en el súper; eso es agroturismo, resume el investigador.

Para él, este tipo de mercado aún no se explota en Aguascalientes, principalmente porque no hay muchos productos que se generen y tengan afluencia turística. Sin embargo, algunos que podrían ser aprovechados son la guayaba, el vino y los lácteos.

«Hay ciertas partes del proceso vinícola que podrían funcionar […] por ejemplo, que la gente participe en la vendimia. Si Aguascalientes es un estado taurino, hay oportunidad en la ganadería de toros de lidia, ver cómo es el cuidado de los toros, cómo los junta el caporal, no solo se trata de abrir las granjas y decir: vengan turistas y conózcanlo.»

Rodríguez Herrera insiste en que este tipo de turismo no es sencillo de implementar. Se deben hacer estudios de mercado para evaluar si la inversión vale la pena, pues no solo se trata de abrir las granjas o centros productivos. Requiere infraestructura, capacitación, promoción y otros factores indispensables para ofrecer un servicio atractivo. También, se debe tener en cuenta que el agroturismo es solo una forma de diversificar los ingresos de los productores, no se trata de distraerlos de su principal tarea.

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