Cada año está compuesto por cuatro estaciones, otoño, invierno, primavera y veranos, cada una con una duración de tres meses, delimitada por eventos astronómicos muy peculiares, el equinoccio y el solsticio.
Al año tenemos dos solsticios, el solsticio de invierno y el de verano. Además de dos equinoccios, el equinoccio de primavera y el de otoño. Cada uno marcando la entrada a una nueva estación.
¿Qué es el equinoccio?
Equinoccio es una palabra proveniente del latín “aequinoctium» (aequus nocte) que significa «Noche Igual» esto debido a que en este fenómeno la noche y el día tienen la misma duración, 12 horas.
Este evento astronómico se caracteriza porque el sol incide de manera perpendicular sobre el eje del ecuador, lo que causa que la noche y el día duren lo mismo. Es el encargado de marcar el inicio del otoño, el cual se caracteriza por días y noches más frías, lluvias más frecuentes y la característica que lo distingue, la caída de las hojas de los árboles.
La fecha para el inicio del equinoccio de otoño varía cada año entre el 22 y 23 de octubre, en esta ocasión se espera comience el 22 de octubre a las 1:04 Hrs.
Debido a la orientación de la tierra respecto al sol, al mismo tiempo que el sucede el equinoccio de otoño en el hemisferio norte, por su parte en el hemisferio sur sucede el de primavera, entre el 20 y 21 de marzo que es cuando este evento vuelve a ocurrir, sucede lo contrario, mientras en el hemisferio norte entra la primavera, en el hemisferio sur llega el otoño.
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