Conocido como el lugar que alberga misticismo, leyendas, historicidad y un gran monumento natural, Sombrerete se integra dentro de los pueblos mágicos que hay en el estado de Zacatecas, ya que cuenta con tres nombramientos por la UNESCO de Patrimonio Cultural de la Humanidad. El paisaje es todo un espectáculo visual generado por la combinación de un cielo azul finísimo, rocas que parecen emerger con cierta individualidad y el follaje verde que recubre los alrededores, invitando a quien quiera que lo observe, a sumergirse en sus misterios.
El pueblo ofrece una arquitectura colonial que ha permanecido y sobrevivido al paso del tiempo. Las calles conducen hacia plazuelas y jardines, en lo que parecería un conjunto de sorpresas al andar. Sombrerete cuenta con 14 templos virreinales, de los cuales, 10 se encuentran en perfecto estado. La historicidad que emana se remonta hacia la dirección minera que erigió al pueblo mismo una vez que se fundó: los minerales a los que se abocó la actividad minera son: oro, plata, plomo, estaño y mercurio.
Sombrerete se ubica en el norte del estado, a 170 km de la capital zacatecana, cerca del estado de Durango. Fue fundado por Juan de Tolosa en 1555, minero que dio dirección al destino platero no sólo de la región sino del estado. En el pueblo se pueden degustar delicias culinarias, entre las principales están las famosas “brujitas”, empanadas de maíz fritas en aceite rellenas de deshebrada o frijoles.
Entre los recorridos que se pueden disfrutar se encuentra el que se lleva a la Sierra, en donde se brinda toda la seguridad para que se pueda acampar, este lugar es considerado como Parque Nacional, el cual ha sido escenario de varias películas de corte internacional. Tienen, además, un recorrido por las zonas arqueológicas del lugar y por el centro histórico en el que se pueden apreciar casonas del siglo XVII y los numerosos templos, acompañados de calles azules que brindan un paisaje inolvidable.
Por otro lado, las festividades se hacen presentes y con fuerza para celebrar la Feria de la Candelaria. El pueblo se caracteriza por guardar devoción a la virgen de la Candelaria, misma a la que festejan con gran ímpetu y respeto. Entre los recorridos, el pueblo también ofrece atractivos para la fe: múltiples capillas construidas entre los siglos XVI y XVIII, guardando un aire místico e histórico que sólo se podrá encontrar en Sombrerete.