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Entorno empresarial

En estos dos últimos años y después de la crisis económica mundial de 2008, las reglas del juego para las empresas se han deteriorado. Además, los cambios en el entorno empresarial han sido rápidos y negativos. Esto nos ha obligado a tomar medidas que nos permitan, en primer lugar, subsistir y, en segundo, mantener nuestro lugar en el mercado para en su momento crecer.

Todo esto lo lograremos, si estamos bien informados y analizamos tanto los problemas como los éxitos de nuestros competidores. En estos días, la información empresarial compartida en seminarios y conferencias adquiere un valor extra, pues si bien en algunos casos no es la que necesitamos para tomar decisiones, es bien cierto que nos da un panorama completo de lo que debemos y no hacer.

La sustentabilidad de las compañías se apoya en varios factores que ineludiblemente debemos evaluar de forma permanente. Algunos de ellos son el orden interno de gastos, productividad, ventas y cobranza. La administración de los gastos es ahora un factor determinante en nuestros costos para salir al mercado en buenas condiciones y ser competitivos. Por esto, no podemos descuidar el pasivo laboral y, con él, el exceso de personal, ya que ambos inciden en nuestros resultados.

En cuanto a la administración de los créditos, debemos tomar en cuenta que la diferencia entre la tasa pasiva y activa es demasiado amplia, pues esta última es entre cuatro y cinco veces más alta, mientras la inflación es la tercera parte de esta. Así, aunque veamos tasas aparentemente bajas por el entorno, estas son demasiado altas a nivel internacional y nos impactan.

También, debemos estar atentos a los cambios en el mercado, pues estos han sido vertiginosos. Ahora tenemos los nuevos sistemas de venta de los hipermercados, ventas por internet, por medios electrónicos… Si no estamos adecuados para competir con y en esos medios, tendremos problemas en el mediano plazo.

Otros aspectos a tomar en cuenta son la reducción de los márgenes de ganancia y el aumento continuo de los costos. Aunque se diga que la inflación se mantiene en 3 por ciento, al vender estamos ante el problema de que el cliente quiere trabajar con el capital del proveedor, pues con los plazos que pide y las cláusulas de ofertar el producto de manera unilateral, así como el derecho del consumidor a hacer devoluciones cuando considere que la mercancía no se vendió al ritmo dispuesto, caemos en una situación difícil e indefensa.

Por su parte, la cobranza no baja de 30 días en el mejor de los casos y se va a niveles de 120 días en muchos. Cuando los proveedores de las organizaciones no pueden dar más de 30 días o si queremos buenas condiciones, tenemos que pagar a 10 días o al contado, lo cual termina por quitarnos liquidez.

Las regulaciones oficiales también han cambiado y ponen a la compañía en la posición de tener un área propia o un despacho externo para estar al pendiente de las nuevas disposiciones gubernamentales, como la reforma fiscal, que solo ha quitado liquidez y provocado desajustes en la relación obrero-patronal.

La sustentabilidad de la empresa es muy delicada; nos exige un cuidado diario, profundo de nuestro entorno. Espero que pronto tengamos menos presiones y el mercado interno, el cual se encuentra contraído, crezca.

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