En estos tiempos uno de los temas recurrentes entre la población es la seguridad (pública, nacional, ciudadana, civil…); pero ahora está en la agenda otra variante de este tópico: la seguridad industrial.
La mayor parte del tiempo, las personas se encuentran en sus centros de trabajo, un entorno que debe estar libre de peligros, pues si su salud se quebranta por falta de higiene en el lugar o por la ocurrencia de algún accidente, las horas-hombre perdidas por estas causas afectarán la productividad de la empresa; incluso por un periodo de tiempo extenso, ya que en ocasiones el empleado sufre secuelas que le impiden desempeñarse como lo hacía antes.
Así pues, si no se consideran las medidas adecuadas para tener un ambiente con la menor cantidad de riesgos para los colaboradores en el corto, mediano y largo plazo, es probable que se comiencen a suscitar faltas laborales debido a padecimientos silenciosos que no atacan rápidamente, pero sí de forma paulatina y pueden transformarse en enfermedades crónicas, las cuales perjudicarán tanto al trabajador como al negocio.
El hecho de tener auditorías de riesgos en salud e higiene de forma regular ayuda a evitar este tipo de contingencias; además de que el costo de riesgo en el seguro social se ve disminuido y queda en niveles no onerosos. Cabe mencionar que los topes de deducibilidad en el fisco han afectado el servicio de gastos médicos mayores otorgado por algunas organizaciones a empleados de áreas de alto riesgo; por esta razón, en algunos casos ha sido cancelado o los salarios fueron aumentados para que el colaborador se hiciera cargo del pago de esta prestación.
Otra área de la seguridad industrial son los riesgos en la producción o distribución. Para esto, se cuenta con los seguros de incendio, catástrofes no clasificadas, de huelgas (en algunos casos) y, pronto, de piratería de procesos, patentes y marcas, un rubro que actualmente daña de forma trascendente a las compañías con la existencia de productos pirata, los cuales inclusive son importados sin las debidas autorizaciones y permisos de los dueños. Esto cuesta al año millones de pesos y causa pérdidas incalculables a los titulares de las patentes.
Protección contra robos, incendios provocados por extorsionadores, asaltantes de los medios de transporte… y hasta guardias para el negocio en todas las áreas son otros aspectos a tomar en cuenta sobre el tema. Todo representa un porcentaje muy alto de gastos, el cual lastima los resultados de la organización, puesto que varios de los conceptos no son deducibles de impuestos.
Sin embargo, cada uno de los elementos que abarca la seguridad industrial debe ser atendido con sumo cuidado, pues cualquier descuido puede causar un daño irreparable. Ya a nadie le cabe duda que la seguridad en los centros de trabajo está íntimamente ligada tanto a la productividad como a la calidad de los servicios y productos fabricados o comercializados por la empresa; por lo tanto, también está relacionada con la satisfacción del cliente.