En el municipio Tolimán, ubicado en Querétaro, las festividades de “Día de Muertos” comienza desde el 31 de octubre con los preparativos, no obstante, todo noviembre está dedicado a la memoria de los fallecidos de cada grupo familiar, por lo que cierra el ciclo el 30 de noviembre con “la despedida de las ánimas” y la tradicional preparación de tamales con frijoles para que los difuntos lleguen a su morada.
Entre los pueblos otomí chichimecas el culto a los muertos es de gran trascendencia, no sólo desde el punto de vista de los grupos familiares, sino también como parte de la permanencia de la comunidad y de su tradición.
Además de los difuntos que cada pariente honra y reconoce, se venera también a los antepasados.
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SECULT reconoce festividades de “Día de Muertos” en Bernal y Tolimán
La titular de la Secretaría de Cultura, Marcela Herbert Pesquera anunció que a través de la Coordinación de Patrimonio Inmaterial y Fiestas Comunitarias se realizará una importante labor de divulgación para promover las tradiciones familiares de la celebración de “Día de Muertos” en los municipios de Bernal y Tolimán.
Lo anterior, con el fin de contribuir a la salvaguarda de las tradiciones y expresiones heredadas de nuestros antepasados.
De acuerdo con el representante del Concejo Indígena de Bernal, Genaro Nieves Cruz, la tradición de Día de Muertos en los hogares indígenas de este Pueblo Mágico se relaciona con el calendario agrícola, por ser la principal actividad productiva que se desarrollaba en este valle y a las faldas del monolito.
Nieves Cruz destaca también que cada linaje construía una capilla-oratorio, con su justicia y calvario. Aunado a ello, se atesoraban las tradicionales animas, cuadros pintados con elementos significativos en honor a la persona difunta.