La situación de los trabajadores domésticos en México no es nada favorable según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo elaborada por el INEGI.
El dato más resonante es que 99 de cada 100 trabajadores no cuenta con un contrato por escrito, lo que los deja en una situación de extrema vulnerabilidad e indefensión en la protección de sus derechos laborales.
En materia de salarios, las conclusiones tampoco son prometedoras: el 76.6% de los trabajadores domésticos percibe hasta dos salarios mínimos al día. Esto se traduce en sueldos de hasta 4 mil pesos mensuales, aproximadamente.
Según datos del CONEVAL, a junio de 2017 la canasta urbana (la alimentaria más la no alimentaria) está valorada en 2 mil ochocientos 34 pesos. De esta manera, 7 de cada 10 empleados domésticos invierten, como mínimo, el 70 por ciento de su sueldo en cubrir la canasta básica.
En prestaciones de salud, siete de cada 10 trabajadores domésticos no cuenta con acceso a instituciones de salud. Por sexo, 75% de las mujeres se encuentra en esta situación, por 58.2 de los hombres.
Empleados domésticos por ocupación y sexo.
Esta actividad representa el 4.8% de la población ocupada en México, con 2 millones 480 mil 066 personas y noventa de cada cien empleados son mujeres.
De este universo laboral, casi el 80% se dedica al quehacer de las casas particulares, aparte de actividades extras como lavar o planchar.
Las categorías que le siguen son los cuidadores de niños, personas con discapacidad y ancianos en en casas particulares (7.9%), jardineros en casas particulares (4.5%), lavadores y planchadores domésticos (3.3%), choferes (2.2%) y vigilantes y porteros (1.5%) en casas particulares y cocineros domésticos (1.3%).