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El ciclo de vida de las empresas

Por Juan Bosco Arreola

 

Crear una empresa grande y próspera no es cuestión de suerte, ni de prueba y error, ni de echarle todas las ganas. Una gran compañía es el resultado de un proceso, el cual tiene un inicio, un desarrollo y un resultado que depende de que tan bien hayan sido aplicados los principios para atender exitosamente los retos de cada etapa.

Los negocios y las personas tienen un proceso de crecimiento similar, excepto que las personas mueren, mientras que los negocios, cuando son bien dirigidos, pueden alcanzar la madurez y un crecimiento sustentable sin límites.

Estas son las fases por las que pasa toda organización:

Primera etapa: Gestación

El emprendedor concibe en su mente una idea. Si es empleado, generalmente piensa en crear un proyecto a partir del conocimiento y experiencia técnica obtenidos del trabajo que desempeña: “Yo sé cómo hacer todo de este producto o servicio; en vez de seguir trabajando para mi patrón, lo voy a hacer yo solo, ganaré más dinero, seré mi propio jefe, llegaré al trabajo y me iré a la hora que quiera sin pedir permiso a nadie… Seré independiente, libre y rico.”

En esta etapa, quien emprende está lleno de ilusión, dispuesto a hacer lo que sea necesario para hacer realidad su sueño.

Segunda etapa: Infancia

El emprendedor inicia su negocio. Como conoce muy bien cómo hacer su producto, se enfoca en lo que sabe, consigue pedidos, produce y entrega. Pone mucho cuidado en la calidad y entabla buenas relaciones con sus clientes iniciales. Es el hombre orquesta: compra, produce, vende, entrega, cobra y paga; está 100 por ciento dedicado a la operación con mínima ayuda. Se concentra en vender para generar dinero.

Tercera etapa: Adolescencia

El emprendedor ha logrado conseguir más clientes de los que puede atender, empieza a tener problemas con su servicio y a perder compradores. También ha descubierto que la empresa requiere de actividades que no le gustan realizar y no sabe cómo hacer: contabilidad, impuestos, obligaciones con el gobierno… Se da cuenta de que necesita ayuda.

A esta fase se le llama el paso de la muerte. El emprendedor se enfrenta a la gran decisión de quedarse solo y eventualmente fracasar, o iniciar la formación de un sistema de negocio exitoso que sea rentable y pueda operar sin que su dueño esté involucrado en todo. Cuando logra resolver con éxito los retos de la adolescencia llegará a la madurez. Esos retos son:

Caos y descontrol de las operaciones

Problemas de servicio a clientes, costos y gastos altos, baja productividad del personal, problemas de pobre o nula utilidad, incumplimiento de compromisos, demasiadas horas de trabajo, estrés personal y familiar.

Estancamiento o decremento de las ventas y utilidades

Problemas de atención y servicio; pérdida de clientes y falta de generación de clientes nuevos, lo cual se refleja tanto en el estancamiento o disminución de las ventas como en el flujo de efectivo insuficiente para atender los compromisos.

Personal incompetente y con mala actitud que genera insatisfacción en los consumidores y altos costos de operación; ambiente laboral con baja moral, lo que se refleja en poca rentabilidad.

Problemas de baja productividad de los colaboradores, falta de estandarización de los procesos, desperdicio de recursos y tiempo, falta de sistemas eficientes, utilización de tecnologías no competitivas, pérdida de competitividad y rentabilidad por la inadecuada gestión de las relaciones empresa-familia.

La estadística dice que el 80 por ciento de los emprendedores de negocios familiares independientes (no incluye las franquicias) fracasan antes de los cinco años; el 17 por ciento viven en búsqueda de soluciones para resolver los retos de su empresa; y solamente el 3 por ciento logran crear una firma sólida, próspera y creciente, son precisamente quienes sortearon los obstáculos anteriormente mencionados.

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Juan Bosco Arreola es un profesional con sólida preparación y experiencia en negocios, especializado en ayudar a los dueños de empresas a transformar sus autoempleos en firmas grandes y prósperas, a través del entrenamiento empresarial personalizado.

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