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En México, sólo 1 de 4 empresas está preparada para un ciberataque

El ataque cibernético del virus “WannaCry”, ha afectado a miles de empresas e instituciones en alrededor de 100 países del mundo. A través de un “secuestro de información”, un software malicioso conocido como Ransomware robó archivos institucionales bajo la condición de liberarlos hasta recibir un pago de 300 bitcoins (moneda virtual), que equivale aproximadamente a 480 dólares. Algunas de las empresas más afectadas por el WannaCry fueron FedEx, Nissan y Renault, que incluso tuvieron que frenar actividades laborales para trabajar en la protección de sus datos.  

Este ciberataque también alcanzó a empresas mexicanas, principalmente del sector bancario, telecomunicaciones y minoristas, lo que podría representar un fuerte problema a nivel nacional debido a la poca preparación con la que cuenta nuestro país para resguardar sus datos. Según la agencia KIO Networks, se calcula que sólo 1 de cada 4 empresas cumple con prácticas internacionales de seguridad de información, lo cual puede generar pérdidas de hasta 1.9 millones de dólares.

Representantes de esta agencia especializada en Tecnologías de Información, explicaron mediante un comunicado que el cibercrimen se vuelve una problemática cada vez más presente en las empresas, sin importar su tamaño. En el caso de las Pymes, son susceptibles dado la falta de atención a sus vulnerabilidades, mientras que los grandes corporativos también deben estar alerta porque su fuerte capital resulta llamativo para la delincuencia virtual.

Las principales recomendaciones para proteger de mejor forma datos institucionales, son actualizar constantemente los sistemas y la seguridad de los mismos y realizar una evaluación de riesgos cibernéticos para implementar medidas como la integración de nuevas tecnologías, capacitaciones y uso de seguros de información.

En caso de ser afectado por alguno de estos virus, distintos organismos de seguridad virtual recomiendan no pagar ningún tipo de rescate solicitado para liberar los archivos secuestrados, ya que puede ser que estos no sean devueltos realmente y además, podrían ser utilizados para nuevos ciberataques más complejos.

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