Uno de los grandes beneficiados del establecimiento de la cuarentena y la implementación del home-office por la pandemia de COVID-19 fueron nuestras mascotas.
Con una jornada laboral presencial, nuestros perros, gatos o cualquiera de nuestras mascotas se veían en un escenario en el que se quedaban solos por varias horas del día; con el teletrabajo, naturalmente esto no sucede, pues gozan de nuestra compañía en el hogar mientras trabajamos.
No obstante, con la pandemia entrando a un ritmo descendente debido a los avances en las campañas de vacunación, muchas empresas han determinado el regreso a las oficinas, lo que puede poner en una situación desfavorable tanto a algunos dueños como a sus mascotas debido a la inminente separación tras un periodo en el que el animal se habituó a tener al humano cerca.
Ahora bien, hay empresas en el mundo, particularmente en Canadá, que han ideado una solución: permitir a sus colaboradores traer a sus ‘lomitos’ al espacio laboral.
Es el caso de la compañía Tungsten Collaborative, establecida en Ottawa, que ha flexibilizado sus medidas en las oficinas, lo que ha derivado en la posibilidad de que sus colaboradores lleven a sus mascotas al trabajo.
Así es como Daisy (labrador de 12 años), Delilah (basset hound), Eevee (galgo inglés) y Hudson (pastor alemán) se han vuelto presencias habituales en las jornadas laborales de Tungsten Collaborative.
«Uno desarrolla la relación con su mascota en casa y de repente vuelves al trabajo y tienen que estar enjaulados por el día o deambular solos por la casa«, refirió Bill Dicke, presidente de la compañía, en declaraciones para la agencia AFP. «Esto no es justo para el animal«, agregó.
Incluso en su página web, la compañía ha destinado un pequeño espacio para Daisy, a quien describe como una “parte integral” de Tungsten Collaborative al mencionar que “muchas de las mayores innovaciones impulsadas por Dave (McMullin, vicepresidente de Diseño) surgieron en largas caminatas junto a Daisy”.
Estimaciones indican que durante la pandemia, alrededor de 200 mil canadienses decidieron adoptar un perro o un gato. Una encuesta elaborada por Léger realizada para PetSafe, el 51% de los canadienses respaldó la idea de llevar a su perro a la oficina.
Incluso, el 18% de los trabajadores de entre 18 y 24 años, consideró cambiar de trabajo si su jefe le negara esta posibilidad.
La empresa de construcción Chandos Bird emprendió una iniciativa similar, lo que ha permitido a Trevor Watt llevar a su yorkshire terrier de 10 años, Samson. Su jefe Byron Williams ha dicho que acariciar a un perro es una excelente manera de relajarse después de una gran reunión.
