El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá entró en vigor a partir del primero de julio, complementando las bases para la interacción comercial del TLCAN. Incluye apartados en los que se responde a las nuevas necesidades del contexto, así como puntos que aseguran el beneficio de la región. En México propicia un clima de entusiasmo en una época en la que la economía se ha visto mermada, de ahí que Vestiga Consultores se dio a la tarea de investigar de primera mano cuáles son las percepciones de los empresarios sobre el Tratado.
Los resultados generales indican la prevalencia de optimismo ante el suceso, pues las empresas se “perciben listas para recibir el T-MEC” (88%), pero con bajas expectativas de resultados positivos en un periodo de un año y medio debido a la contingencia sanitaria (56%). El contacto con las 795 empresas encuestadas (seleccionadas del Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas del INEGI) se dio por vía telefónica, directo con los accionistas principales y directores generales de las mismas. El cuestionario se elaboró de tal manera que se encontraban variables precodificadas, para asegurar un mínimo margen de error.
Resultados que reflejan el contexto
Contextualizando, de acuerdo a los datos proporcionados las empresas, aseguran que de todos los sucesos posibles, sus mayores afecciones (positivas y/o negativas) serán acarredas por la contingencia sanitaria y su impacto en la economía (56%); seguido a esta opción, el 27% opina que será la inseguridad pública lo que influya en su organización; el 9% que serán los efectos de la salud del Covid -19 y tan sólo el 7% optó por la entrada en vigor del T-MEC.
Tomando como pilar informativo la pregunta “¿Qué tanto considera usted que la entrada en vigor del T-Mec Ayudará a amortiguar la crisis económica en México producida por el coronavirus?” el 64% cree, diferentes medidas, que ayudará; no obstante, el 36% varían sus opiniones entre el efecto neutro y en que afectará negativamente en gran medida.
“Es evidente que los empresarios mexicanos están en pro del acuerdo comercial porque les soluciona el problema de incertidumbre con nuestro principal socio, pero al mismo tiempo, tienen una cautela realista sobre el tiempo que tomará antes de que se sientan o perciban los efectos y de ahí que caso dos tercios de ellos crean que se verá el beneficio hasta el próximo año, hasta 2022 o incluso después”, concluyó Sergio Díaz, socio director de Vestiga.
La seguridad también es evidente en cuanto a la percepción que se tiene de la economía mexicana, pues se considera que está preparada para cumplir con las obligaciones que el tratado del exige. De los encuestados el 31% respondió que ésta se encuentra en estado óptimo para sus nuevas responsabilidades, el 44% dijo que está más o menos lista y el restante fluctúa en que está “impreparada” y “no está lista”.